La proporción de mujeres en el conjunto del personal investigador en España ha aumentado hasta el 41% (porcentaje que se mantenía estable desde 2009, en el 39%), mientras que en la UE las investigadoras representan el 38% del total.
En concreto, el número de investigadoras ha mejorado en los sectores de Administración pública (52%), aunque en universidades (43%) y en el sector empresarial (31%) se ha mantenido igual que cuatro años atrás.
Así lo pone de manifiesto ‘Científicas en Cifras 2021’, informe publicado por el Ministerio de Ciencia e Innovación este lunes 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer, que analiza la presencia de las mujeres en los distintos ámbitos y niveles de la ciencia en España, con especial atención a la carrera investigadora en Organismos Públicos de Investigación (OPI) y universidades.
Según los resultados del documento, aunque en España las mujeres se incorporan cada vez más y a mayor ritmo que los hombres a las carreras científicas, no lo hacen por igual en todas las áreas. En este sentido, el informe destaca la necesidad de fomentar las vocaciones científicas y técnicas entre las jóvenes, como demuestra el hecho de que, aunque las mujeres son el 56% de las universitarias, en áreas como la ingeniería o la tecnología solo representan el 25,4%.
En la carrera investigadora continúa siendo destacada la escasa representación de mujeres en la categoría de mayor rango (el Grado A), mientras que sí hay equilibrio de género en las demás categorías investigadoras (grados B, C y D), lo que indica una «clara segregación vertical de género», también conocida como ‘techo de cristal’.
Asimismo, las universidades públicas españolas siguen contando con solo un 24,1% de mujeres entre su profesorado catedrático de universidad. Esta proporción en la categoría de mayor nivel continúa siendo algo mayor en los OPI, con un 26% de investigadoras en el Grado A (que en OPI agrega al profesorado de investigación y al profesorado catedrático de universidad).
Esta segregación vertical continúa observándose de forma aún más notable en los puestos de toma de decisiones, como sucede en los órganos de gobierno unipersonales de universidades y OPI, si bien las cifras han mejorado ligeramente en el caso de los cargos.
Es el caso del máximo nivel, las rectoras, que representan el 23% del total en el caso de las universidades públicas (estaban en el 8% en el anterior informe, de 2017). En el caso de los OPI, la proporción de directoras generales o presidentas de estas entidades ha pasado al 50% (cuatro mujeres en los ocho OPI). Sin embargo, esta situación no se ha trasladado todavía a los cargos inferiores, ya que solo una de cada cuatro personas que dirigen institutos o centros de investigación de los OPI son mujeres (35 de un total de 143 institutos o centros).
‘Científicas en Cifras 2021’ es la sexta edición de una serie que comenzó la Unidad de Mujeres y Ciencia con la publicación de Académicas en Cifras 2007. El último fue de 2017. El objetivo de este informe es identificar y cuantificar brechas de género, avances y retrocesos, que permitan evaluar el impacto de género de las políticas de I+D+I y orientar nuevas actuaciones en favor de una participación plena e igualitaria de mujeres y hombres.
El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha destacado en el prólogo del documento que la igualdad entre hombres y mujeres «es una prioridad para el Gobierno, una cuestión de democracia y de justicia social». «Pero en el caso de la ciencia y la innovación es además una necesidad. No podemos perder el talento de las mujeres, que son más de la mitad de la población, bajo ninguna circunstancia», añade.