La pandemia ha añadido nuevos obstáculos y desafíos a los ya existentes para millones de mujeres y niñas en el mundo que se enfrentan a la violencia doméstica, el matrimonio infantil, los cuidados no remunerados, la violencia de género, el desempleo, la pobreza o los embarazos precoces, como denuncian varias ONG ante el Día Internacional de la Mujer.
«Por nuestra experiencia en diferentes crisis y contextos sabemos que los tiempos de crisis agravan los riesgos de violencia. El matrimonio infantil es una forma de violencia que no tiene retorno, arranca para siempre la infancia de las niñas», afirma Eloisa Molina, coordinadora de comunicación de la ONG World Vision, que predice un aumento en el matrimonio infantil a medida que las dificultades financieras sobrevenidas por la COVID-19 afectan a las familias más necesitadas.
En este sentido, la ONG denuncia que, cada año, en todos los países, culturas y regiones, 12 millones de niñas se casan antes de los 18 años y señala que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) estima que durante la próxima década podría haber otros 13 millones de matrimonios infantiles que de otra manera no hubieran ocurrido debido a los efectos indirectos de LA COVID-19.
El sur de Asia tiene el mayor número de niñas casadas a nivel mundial, con el 44% de la carga mundial, que equivale a 285 millones de mujeres casadas, o en unión, antes de los 18 años. En Indonesia, por ejemplo, los matrimonios infantiles a menudo no se registran.
«Aquí hay niños que forman parte de un matrimonio no registrado basado en la ley de la sharia. El futuro de las niñas es preocupante porque a su edad deberían ir a la escuela en lugar de casarse. Si abandonan la escuela, perderán su educación y sus sueños», dice Sekar (Indonesia), que ya está casada con 16 años.
África subsahariana alberga el segundo mayor número de niñas casadas, con más del 18% de la carga mundial, lo que equivale a 115 millones de niñas casadas o en unión antes de los 18 años. Alie, una niña de 11 años de Sierra Leona, relata a World Vision que, «los niños ahora tienen más miedo de casarse que antes». Noeline, una joven de Uganda de 16 años, asegura que «las disputas familiares entre padres obligan a los niños a salir de casa y terminar en matrimonios infantiles».
«La pobreza que está causando la pandemia y que es la principal causa del matrimonio infantil está obligando a muchos padres a casar a sus hijos a una edad temprana», añade Naimul, un joven de 15 años de Bangladesh.
Por todo ello, World Vision insta a los líderes y organizaciones mundiales, a que, entre todos, se marque el comienzo del fin de este fracaso y finalmente se termine con el matrimonio infantil, impulsado por la desesperación y la vulnerabilidad, y respaldado por el fracaso colectivo de los actores nacionales e internacionales para priorizar y asegurar los sistemas de protección infantil.
Desde Save the Children, también expresan su preocupación ante el impacto que la pandemia de la Covid-19 está teniendo en el avance hacia la plenitud de derechos de las niñas, tanto en España como a nivel global. Asimismo, insta a que se lleven a cabo en todos los niveles acciones enfocadas específicamente a reactivar el camino hacia la igualdad de las niñas y las adolescentes.
En el último año, cerca de 500.000 niñas más de lo calculado con anterioridad a la pandemia han corrido el riesgo de ser obligadas a contraer matrimonio, así como hasta un millón más habrían quedado embarazadas, según estimaciones de Save the Children recogidas en su ‘Informe Mundial sobre las Niñas 2020. La Covid-19 pone en peligro los avances logrados’.
En ese mismo análisis se advierte de que hasta 2,5 millones de niñas más serán obligadas a casarse en los próximos cinco años. Junto con los 58,4 millones de matrimonios forzosos en niñas que tienen lugar de promedio cada lustro, la prospección señala que en 2025 se alcanzará la cifra de 61 millones de este tipo de uniones.
Save the Children muestra también su profunda preocupación ante el hecho de que la Covid-19 pueda llevar a que dos millones de niñas más sufran mutilación genital femenina en todo el mundo, según el Fondo de Población para Naciones Unidas (UNFPA).
Por otro lado, la ONG de la Iglesia católica Manos Unidas señala que aprobó 45 proyectos en 2020 por importe de 2,7 millones de euros, destinados específicamente a trabajar por los derechos de las mujeres y la equidad pues considera que «la igualdad es la base del desarrollo», iniciativas que beneficiaron de manera directa a más de 84.000 mujeres.
Según advierte Manos Unidas, la pandemia de Covid-19 está teniendo «graves consecuencias económicas y de carácter psicológico en millones de mujeres». Diversas organizaciones y socios locales con los que trabaja Manos Unidas aseguran que las mujeres han visto cómo, durante muchos meses, el hogar se ha convertido en escuela, espacio de trabajo y centro de ocio y de cuidado de la salud, con el consiguiente incremento de la carga de trabajo, generalmente no compartida.
«Las mujeres con las que trabajamos han visto cómo su carga de trabajo se multiplicaba por tres. Normalmente ellas son las que buscan en el comercio ambulante una fuente de ingresos para alimentar a la familia y, a la vez, cuidan de sus hijos y se encargan de los quehaceres de la casa», explica Lissette Hernández de la Asociación Kalli Luz Marina, en el Estado de Veracruz, y socio local de Manos Unidas en México.
Por otro lado, el cierre de los colegios ha aumentado, también, los casos de abusos contra las niñas, el abandono escolar y los embarazos adolescentes, según alerta la ONG. Así, algunos de los proyectos que ha aprobado Manos Unidas en estos meses tratan de erradicar estas lacras. Por ejemplo, en Mukuru (Kenia), ha dedicado parte de sus fondos al apoyo psicosocial a adolescentes que han quedado embarazadas durante el confinamiento.
PRECARIEDAD
Desde Alianza por la Solidaridad-ActionAid, que trabaja promoviendo la igualdad en más de 15 países, se reclama una mayor participación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones para la recuperación post Covid-19. En este sentido, pide al Gobierno de España que garantice su participación y el enfoque de género en la distribución de los 140.000 millones de euros del Fondo de Recuperación Europeo.
A nivel global, señala que las mujeres representan en el mundo el 63% de todo el trabajo informal, es decir, hay más de mil millones de mujeres que trabajan y están expuestas a salarios bajos, inseguridad y exclusión de sistemas de protección social.
Cáritas también denuncia que la Covid ha aumentado las barreras en el desarrollo personal y laboral de las mujeres que acompañada por lol que constata un retroceso global ya que las mujeres tienen puestos de trabajo de mayor precariedad, no sólo en cuanto a salario, sino a condiciones laborales, inestabilidad o vulneración de derechos, además de mayor probabilidad de estar empleadas en el sector informal.
Cáritas acompaña a más de 80.000 mujeres en situación de exclusión social en España a través de diferentes programas. En 2019, el conjunto de la Confederación Cáritas proporcionó atención especializada a 9.703 mujeres a través de 42 proyectos diferentes en más de 40 localidades. A nivel internacional, apoyó proyectos en 48 países de todo