La Comisión 8M cree que «es imposible» no ver la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) de mantener la prohibición de las concentraciones por el Día Internacional de la Mujer en la comunidad «como un ataque a las mujeres».
«Las mujeres de la Comisión 8M nos hemos adaptado, como no podía ser de otra manera al contexto de pandemia. Hemos acatado restricciones, hemos sido propositivas, hemos dado alternativas y nos hemos organizado en concentraciones que cumplen con todas las garantías sanitarias establecidas en los propios informes de la Delegación de Gobierno», denuncian.
En los autos del Tribunal, los magistrados consideran que, en este caso, el derecho de reunión entra en conflicto con valores constitucionales como la salud pública, una «colisión» que a juicio de la organización feminista es «una quimera».
En este sentido, señalan que «no hay que elegir entre derechos», sino que «son las autoridades las que tienen que garantizar que los derechos no se vulneran».
104 CONVOCATORIAS CANCELADAS
La Comisión 8M rechaza así este «ataque» a las mujeres, mientras en la Comunidad de Madrid, se celebran «manifestaciones de neonazis» o «de negacionistas sin mascarillas». Además, destacan «las aglomeraciones en el transporte» que se producen «en el centro de la ciudad» o las que se han registrado «para visitar al Cristo de Medinaceli».
En su caso, denuncian, se han prohibido 104 concentraciones «de golpe» y «metiéndolas todas en un saco, sin evaluar caso a caso». Es por ello que, además de insistir en la dimisión del Delegado de Gobierno de Madrid, José Manuel Franco, considera que este año, «es más importante que nunca» su lema: «Ante la emergencia social el feminismo es esencial». «La lucha feminista no se puede desconvocar», apuntan.
La Comisión 8M tenía convocados para este domingo varias acciones en barrios y municipios de Madrid que no se han celebrado tras la prohibición. La organización decidirá durante la jornada cómo celebrarán este lunes el Día Internacional de la Mujer respetando esta situación.
En sus redes sociales, antes de que la Delegación de Gobierno anunciara la prohibición, esta organización ya hacía un llamamiento a las mujeres que por las restricciones sanitarias no podían participar en las convocatorias para que se unieran a la jornada decorando sus ventanas y balcones, compartiendo mensajes feministas y fotos en redes sociales o llevando un pañuelo morado en el metro, en terrazas o en los sitios públicos a los que acudieran.