El sueño de una Superliga Europea sigue campante por todo el continente desde hace un tiempo; pero hace poco la idea volvió a surgir como ese fantasma que nadie esperaba. Al momento en que Josep Maria Bartomeu estaba dejando la presidencia en el FC Barcelona, dejó caer la joya de que una de sus últimas labores como mandatario azulgrana es que había aceptado la entrada del club catalán a la Superliga Europea; por lo que el presidente que sea electo y su nueva directiva tendrán que enfrentarse a lo que será este «regalo» que les dejó Bartomeu antes de partir. La noticia pudo haber pasado un poco por debajo de la mesa, debido a que la renuncia del dirigente más nefasto de la historia del Barça fue lo más importante, pero en el ambiente quedaron esas palabras de un torneo que viene con todo.
Ese nuevo torneo que aún no existe, pero que ya que está dando todos los pasos necesarios para su nacimiento y su coronación como la nueva sensación del fútbol. Lo cierto es que varios fanáticos apoyan la idea de ver a los mejores clubes enfrentarse entre sí, sin tantos intermediarios como ocurre en la Champions League. Pese a que las voces que se oponen son mayoría; esas ansias de observar partidos vibrantes cada vez están haciendo que más adeptos se unan a esa idea que viene fraguando Florentino Pérez desde hace años y que ya tiene a tiro alcanzar. De esta forma podría llegar el fin de la Champions tal y como se conoce en la actualidad; porque sería totalmente superada por un certamen que se llevaría la gran mayoría de espectadores y con ello, la atención de los clubes, patrocinantes y las televisoras.
Esa ambiciosa Superliga Europea
En estos momentos lo que ha ideado Florentino Pérez es una competición a lo grande en la que los partidos de relleno o en los que esos equipos que aspiran a alcanzar la grandeza ya no existirán; todo debido a que cada partido será grandioso y atractivo. En total, en esta Superliga Europea participarían 18 equipos provenientes de todo el continente; en el caso de España ya estarían confirmados el Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid. Otros equipos serían PSG, de Francia; Juventus, AC Milan e Inter de Milan, de Italia; Bayern Múnich y Borussia Dortmund, de Alemania; Manchester United, Liverpool, Manchester City, Chelsea, Tottenham y Arsenal, de Inglaterra. La idea es que todos se enfrenten en un formato similar a la NBA, en el que después de una temporada regular habrá unos playoffs hasta llegar a la gran final para decidir el campeón.
Florentino Pérez ideó esta Superliga Europea que, con el paso del tiempo, está mucho más cerca de crearse de forma definitiva. Cada vez está ganando muchos más adeptos este torneo tan atractivo, que se transformaría en realidad justo después de efectuarse el Mundial de Qatar 2022. Todo confluye a que se dé este ambicioso proyecto, pero no todos están de acuerdo; porque si bien hay muchas voces a favor, los que están en contra también comienzan a hacerse escuchar. Al no tener ascensos y descensos, esta sería una liga excluyente y ningún equipo de los que no se metan desde su creación podrán integrarse en el futuro. Solo por eso, varios conjuntos ya se han mostrado en contra; pero además de eso, el potencial económico que tiene es enorme y su creación le quitaría mucho dinero a las ligas domésticas se verían muy perjudicadas.
Una dura respuesta de la UEFA
Con el sistema actual, todo encaja debido a que lo que los equipos realicen en sus ligas les da posibilidades de entrar en la Champions League y ese es uno de sus máximos atractivos. Ya en la competición europea todos los equipos luchan por conquistar el título que los coloca como el mejor del continente; así reúnen gran cantidad de patrocinantes y contratos televisivos que le permiten sustentarse. Todos se benefician, pero con la Superliga Europea solo 18 equipos ganarán y entre ellos se dividirán las ganancias. Si ya existe una brecha enorme entre los equipos grandes con respecto a los más modestos, pues esta crecerá mucho más; más al ver que el campeón se embolsará unos 1.000 millones de euros. Una cantidad que supera por mucho lo que gana el campeón de la Champions, en la que los premios se reparten entre la UEFA y muchos más equipos.
Tebas, presidente de LaLiga, es uno de los que se opone a este torneo, porque no solo llegaría el fin de la Champions League, también el de las competiciones domésticas tal y como se conocen. Estas perderían sentido al no tener una razón por la que luchar y además quedarían a merced de los poderosos que desmantelarían a otros equipos haciendo menos atractivos sus partidos por falta de talento. Ante esto la UEFA, con Aleksander Ceferín a la cabeza, planea una nueva Liga de Campeones que verá luz en 2024. Esta tendrá 36 equipos, con una fase de grupos de seis equipos en cada uno, unos octavos de final atractivos, sin sorteos; porque los 16 clasificados se organizaran por los puntos obtenidos y los enfrentamientos serán por orden: el 1° contra el 16° y así sucesivamente. La Champions cambiará para no perecer ante una Superliga Europea que viene con todo.