La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha mostrado su respeto a las decisiones que toman el resto de autonomías respecto a los cierres perimetrales pero ha incidido en que «consenso no es imponer».
En declaraciones a los medios, tras visitar la parcela de un futuro colegio de Educación Especial en Torrejón de Ardoz, la dirigente madrileña ha incidido en que para pronunciarse respecto a las medidas que se tomarán en Semana Santa hay que esperar «a unos días antes».
Hasta entonces, ha manifestado en que el propósito del Gobierno regional es continuar con su toque de queda y con sus normas, que están «funcionando muy bien». También respetar las decisiones de los demás y en el caso de que no se pueda salir porque han cerrado otras comunidades, yo no puedo hacer nada más que respetarlo. Mientras tanto si alguien quiere venir a Madrid, yo lo recibo encantada», ha declarado a continuación.
En este sentido, ha puesto el foco en que la economía madrileña «no está para decirle que no a un turista que viene a invertir, que viene a dejarse dinero, a crear empleo y a mover la economía» mientras que cumpla las normas sanitarias.
«Madrid sigue abierta y si quieren imponer otros toques de queda u otras decisiones que sean conscientes de que la economía en Madrid no está tampoco bien y del sector servicios dependen una parte importantísima de nuestro PIB», ha dicho.
PANDEMIA ECONÓMICA Y SOCIAL
Ayuso ha pedido que sea conscientes de que con la pandemia sanitaria hay una pandemia «económica» y «social». Así, ha recalcado que los ciudadanos lo están «pasando francamente mal y con normas sensatas se puede conjugar todo».
La jefa del Ejecutivo madrileño ha trasladado que ella por el momento no va a cerrar Madrid porque su incidencia acumulada «va bajando cada día» y tienen unos resultados cada vez mejores. Aún así, ha pedido no relajarse porque el virus sigue presente.
Respecto a los toques de queda, ha indicado que el hecho de que en Madrid sea hasta las 23 horas hace posible que se pueda ir moviendo «poco a poco la economía» y ha recalcado que los horarios en la región «son distintos» a otras autonomías.
«Cerrar a las once ya es un riesgo en sí, porque es un freno importantísimo a la economía. Yo no lo movería porque en nuestra comunidad funciona mejor de esta manera», ha dicho, al tiempo que ha recalcado que Madrid no se puede comparar con el resto por, entre otras cosas, su densidad de población y porque depende del sector servicios.
«LO QUE HEMOS DECIDIDO HA FUNCIONADO»
Ayuso ha trasladado que ella no puede decirle a los madrileños que se arruinen «por si acaso algún dirigente en otra comunidad decide algo» y a ella le obligan a un consenso». «El consenso no es imponer. Lo que hemos decidido en Madrid hasta aquí ha funcionado bien», ha dicho.
La presidenta h rechazado «arruinar» por el «por si», por si «alguien» le va a decir. «Yo creo que cada uno tiene sus necesidades y que cada uno analice el PIB de su comunidad y que le lleva a tomar sus decisiones».
En este punto, ha insistido en que ella no puede «arruinar» si puede evitarlo a las economías medias y a los autónomos que «mueven Madrid». Además, ha recalcado que cree que los cierres no «frenan el virus» pero sí «provocan pérdidas masivas de empleo».