La Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas todas las comunidades y ciudades autónomas y el Ministerio de Sanidad, ha acordado este jueves 4 de marzo «flexibilizar» el régimen de salidas y visitas a las residencias en el marco de la vacunación contra la Covid-19, aunque se mantienen las medidas de seguridad como la mascarilla, el lavado de manos y la distancia, pues advierten de que la vacuna no garantiza protección total a todos los inmunizados.
Así se desprende del documento ‘Adaptación de las medidas en residencias de mayores y otros centros de servicios sociales de carácter residencial en el marco de la vacunación’.
«Se flexibilizará el régimen de visitas y salidas tras una valoración individualizada de cada residente y de cada centro residencial», se lee en el documento. Además, se precisa que «la ubicación y organización de las visitas, su supervisión o no, y el número de visitantes, así como la organización y duración de las salidas, se pautará por parte de la autoridad competente garantizando las medidas de prevención adecuadas».
En este sentido, el documento recoge que «se debe informar a los residentes, trabajadores y familiares que, aunque existe un riesgo significativamente menor de padecer COVID-19 después de la vacunación, el riesgo no desaparece por completo ya que la vacuna no garantiza una protección total a todas las personas vacunadas».
Por lo tanto, precisa que «se debe continuar garantizando el cumplimiento de las medidas de higiene y prevención, tales como el uso de mascarilla, lavado de manos y distancia de seguridad, así como una ventilación adecuada».
Así, añade que «se permitirán las actividades grupales y el uso de las zonas comunes dentro del centro asegurando el cumplimiento del punto anterior y manteniendo las medidas de vigilancia contenidas en los Planes de Contingencia».
No se recomienda de forma general llevar a cabo cribados periódicos en residentes ni realizar serologías para verificación de la efectividad de la vacunación.
En cuanto a las salidas y reingreso de residentes vacunados, Sanidad y las CCAA han acordado que de forma general no se realizará Prueba Diagnóstica de Infección Activa COVID-19 (PDIA), a no ser que el residente no está vacunado o en determinadas situaciones en las que así se valore.
Al reingreso, se establece que deberá mantenerse una vigilancia activa de síntomas y se extremarán las medidas de prevención, procediendo a un aislamiento preventivo y PDIA inmediata ante cualquier síntoma sospechoso de COVID-19.
En los nuevos ingresos, el documento acordado precisa que se garantizará la vacunación con la anterioridad suficiente y en aquellos con ingreso urgente se extremarán las medidas de precaución hasta completar la pauta de vacunación, valorándose en este caso la realización de una prueba diagnóstica.
En cuanto al personal trabajador de los centros residenciales, el documento recomienda «activamente» la vacunación de los nuevos trabajadores y por lo tanto, no incorporarse en un centro residencial hasta haber completado su pauta de vacunación, salvo que sea estrictamente necesario. Si este es el caso, deberá programarse su vacunación.
De forma general, no aconseja la realización de cribados periódicos entre los trabajadores vacunados, aunque añade que cada CCAA, dependiendo de la situación epidemiológica podrá considerar su realización. Sí recomienda la realización de una prueba de detección del Covid tras periodos vacacionales u otras ausencias prolongadas especialmente si no han completado su vacunación.
Por otro lado, ante la aparición de un caso sospechoso en un residente o trabajador vacunado, establece que se procederá al aislamiento del mismo hasta la obtención de resultado de la PDIA. Si es positivo se procederá al aislamiento del caso, cuarentena de contactos estrechos y sectorización en unidades de convivencia estables. Además, deberá protegerse de forma especial a los residentes no vacunados, si es posible situándolos en habitación individual.
Finalmente, en cuanto al régimen de visitas y salidas de los residentes que no están en aislamiento, el documento precisa que se mantendrá en general con normalidad, aunque podrá adaptarse en función de la valoración por los responsables de salud pública de la situación epidemiológica y la estructura de cada centro.