El ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, ha justificado este jueves la recomendación de que los días de Fallas y Magdalena fueran lectivos, aunque los consejos escolares han decidido mantener las clases, pero ha insistido en que este año no hay fiestas y ha pedido máxima responsabilidad a la gente de València y Castelló.
«No puede haber fiestas paralelas», ha recalcado en rueda de prensa en Castelló de la Plana, remarcando que la recomendación se basaba en las recomendaciones de Salud Pública y era «la vía correcta» a nivel jurídico porque depende de los consejos escolares.
Puig ha sostenido que pensaban que era «razonable» que todo lo relacionado con la fiesta quedara pospuesto, como las vacaciones. «Si han decidido otra cosa, solo pido máxima responsabilidad», ha aseverado, para evitar situaciones que perjudiquen al conjunto de la ciudadanía.
Ha hecho hincapié en que «es evidente» que en 2021 tampoco hay Fallas ni Magdalena aunque le gustaría, con lo que «no puede haber comportamientos adosados a la fiesta». «Este año no puede ser», ha enfatizado, «ahora hacer las cosas bien se trata de que no haya fiestas».
Preguntado por la confusión de los padres, Puig ha remarcado que es un proceso donde «cada uno asume su responsabilidad» y ha descartado darle más importancia. El objetivo, ha insistido, es que esos días haya «una atmósfera que no tenga nada que ver con lo que en el pasado fueron las ‘no fiestas’ que se realizaron en la Comunitat y en España», en relación a Navidad.
Y sobre por qué tardó 15 días en lanzar la recomendación desde la petición del Ayuntamiento de Castelló, se ha limitado a recordar que «decide quien corresponde» y que la Generalitat trató de actuar en función de su responsabilidad. «No quiero contribuir lo más mínimo en que haya ningún tipo de confrontación», ha subrayado.
«LAS RESTRICCIONES ESTÁN COMO ESTÁN»
Dicho esto, el presidente valenciano ha apelado a la responsabilidad de la gente tras ensalzar su comportamiento de las últimas semanas al cumplir mayoritariamente las restricciones, lo que ha ligado con la bajada de la curva de la tercera ola. «Y estoy convencido de que así será», ha augurado.
Pero ha remarcado que la situación aun es «complicada», con unos mil hospitalizados y 300 personas en la UCI: «Tenemos que bajar la presión hospitalaria, sobre todo por responsabilidad con los profesionales, los que llevan un año dando la cara por todos».
Ximo Puig ha defendido así que «las restricciones están como están» y que solo llevan cuatro días vigentes desde que se flexibilizaron el 1 de marzo, ante la petición de los hosteleros de reabrir los interiores y cerrar más tarde. Ha reconocido que estas medidas hacen «mucho daño a la economía» pero les ha pedido aguantar «un poco más» para no tener que volver atrás.