Es una creencia popular que el estrés engorda, pero habría que matizarla. Lo que realmente hace que ganes peso es todo aquello que te comes de más, sea o no por causa de este desorden. Y es que el estrés crónico afecta directamente a nuestro sueño y desequilibra nuestros niveles de azúcar, lo que provoca una acusada sensación de hambre que te lleva a comer descontroladamente y engordar.
El estrés es, junto al insomnio y la ansiedad, uno de los trastornos por los que más personas acuden a consulta. Y como las otras dos, no solo deja secuelas psicológicas, sino también efectos físicos indeseables. Uno de ellos es la ingesta descontrolada de alimentos y la consecuente ganancia de peso.
3EL ESTÓMAGO, FOCO DE LOS PROBLEMAS
Los dolores de barriga son muy comunes entre personas con estrés, ya que este está ligado al sistema nervioso central. El síndrome del intestino/colon irritable es la enfermedad más genérica entre las personas que sufren estrés.
Y es que, si estás bajo tensión, el movimiento intestinal varía y eso causa trastornos como la diarrea o el estreñimiento, la acidez o úlceras de estómago o los gases entre otros.