La Fiscalía ha pedido condenar a cinco años de prisión a un joven acusado de una agresión racista en Barcelona por la que la víctima tuvo que ser operada al tener fracturas en un hueso de la mandíbula y una hemorragia cerebral, de lo que tardó nueve meses en curarse.
El escrito de acusación de la Fiscalía de delitos de odio le atribuye un presunto delito de lesiones con el agravante de discriminación racial, y además de la pena de prisión reclama imponer al acusado una multa de 720 euros.
Al mediodía del 7 de enero, un joven nacido en Senegal y otro de ascendencia marroquí fueron increpados por el acusado, que se encaró con el primero y les gritó: «¿Qué miráis? ¿Tú que miras?, negro de mierda?».
El fiscal sostiene que el acusado «buscaba una respuesta que le sirviera de pretexto para atacarles por sus características identificativas y orígenes, que aborrece y no tolera», y después le dio dos puñetazos y un golpe en la cara con la rodilla.
El otro joven intentó apartar al acusado, quien le dio un puñetazo en la cara, y mientras intentaban huir corriendo, este les perseguía y les gritó: «Ahora la habéis cagado, estáis muertos».
Uno de ellos cayó al suelo mientras lanzaba una botella al acusado para intentar que no les siguiera, lo que «aprovechó para propinarle multitud de patadas en la cabeza y otras partes del cuerpo hasta que lo dejó inconsciente», y después se fue dejando al joven en el suelo.
«EXPERTO» EN ARTES MARCIALES
Por estas heridas, estuvo cinco días ingresado en el hospital, tardó nueve en recuperarse y ha perdido un 23% de capacidad auditiva en un oído.
El fiscal destaca que el acusado «es experto conocedor» de artes marciales mixtas, que combinan varias de estas técnicas con deportes de combate, lo que afirma que le facilitó inmovilizar y dejar inconsciente a la víctima con pocos golpes sin que pudiera defenderse.
Por las lesiones, secuelas y daños morales propone una indemnización de 32.500 euros para uno de los jóvenes y de 1.035 para el otro por lesiones y daño moral.