El Patronato del Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres) se ha posicionado este jueves por mayoría a favor tanto del plan de acción selectiva, que tiene una vigencia de cinco años, como del programa anual para la gestión de las poblaciones de ungulados silvestres en el parque.
De ellos ha sido informado el patronato por el director general de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, Jesús Moreno, en el transcurso de la reunión ordinaria celebrada este jueves telemáticamente desde Cáceres.
Según ha explicado el director, para la elaboración de ambos documentos se han tenido en cuenta tanto los criterios técnicos y científicos, como las propuestas recabadas e incorporadas dentro del margen marcado por la ley, gracias al «diálogo permanente» con todas las entidades públicas y privadas presentes en el Patronato.
En el plan de acción se contempla que el control poblacional, mediante la extracción de ejemplares, es necesario especialmente para atajar los problemas de sanidad animal, especialmente la tuberculosis, que afecta a las poblaciones de ciervos y jabalíes.
Para ello se utilizarán métodos de control altamente selectivos que tienen en cuenta las especies y además permiten valorar fenotípicamente los individuos para seleccionarlos. En concreto, se establece una prelación de tres métodos, en concreto, manejo de cercones; en segundo lugar, rececho y aguardos y, por último, batidas, informa en nota de prensa la Junta de Extremadura.
En todo caso, sin presencia de perros de caza y realizando estos controles por profesionales especializados de la Junta de Extremadura, del Organismo Autónomo de Parques Nacionales y/o personal contratado; contemplándose también la colaboración de las sociedades locales de cazadores de los pueblos del perímetro del Parque.
En función del cumplimiento de los objetivos anuales y de acuerdo con los informes de evaluación trimestrales del director del Parque Nacional, se aplicarían dichos métodos de control de forma ordenada. Todo ello, bajo la estricta tutela de la administración pública.
Las acciones de control de las poblaciones de ungulados se desarrollarán en fincas públicas, aunque se establece que, si transcurridos los tres primeros años no se alcanzaran los objetivos pretendidos, se podrá solicitar la colaboración de propietarios de fincas privadas dentro del Parque; nuevamente, bajo la estricta tutela de la administración y con profesionales especializados.
En cuanto al destino de la carne, se establecen los bancos de alimentos, muladares o en su caso, la venta.
Según ha explicado el director general, con este primer plan de acción selectiva se establece un verdadero y acreditado método de control de especies basado en actuaciones justificadas técnicamente, sustentadas en datos científicos, selectivas, tuteladas por la Administración, realizadas por personal especializado, que garantizan la no afección a especies amenazadas y no producen efectos negativos en el medio ambiente.
Finalmente, ha indicado que en Monfragüe se ha de cumplir la Ley de Parques Nacionales de forma que los objetivos generales de conservación deben prevalecer sobre cualesquiera otros, lo que resulta «compatible» con la dinamización económica del territorio, para lo que ha avanzado que se van a presentar «importantes» proyectos de mejora del Parque para obtener financiación de los nuevos fondos de recuperación europeos.