El secretario de Estado de Industria y de la Pyme, Raül Blanco, ha pedido «tranquilidad» al segmento empresarial de las pymes, porque sus proyectos individuales «van a estar perfectamente presentes» en el reparto de los fondos europeos Next correspondientes a Industria.
Asimismo ha demandado a las empresas que «maduren los proyectos» porque eso es «lo importante en su elección y no correr» porque cuentan con un «inusual» plazo de tres años para ejecutarlos.
Blanco ha hecho estas manifestaciones en una charla coloquio que ha tenido lugar este jueves en Bilbao organizada por Deusto Business Alumni bajo el título: «La industria como base para la recuperación».
En su intervención, Blanco ha explicado las claves al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, «España Puede», y también ha presentado a las empresas vascas las líneas generales correspondientes a los componentes de Industria y PYME en un encuentro que ha sido presentado por el responsable en Euskadi de PriceWaterhouse (PwC), Asier Atutxa, entidad patrocinadora de la conferencia.
En este sentido ha recordado que dentro de los 750 proyectos transformadores que aspiran a financiarse con los fondos Next, la diversificación territorial es grande, pero, como responde a la realidad industrial de España, Euskadi cuenta con una presencia «amplia de empresas representadas».
El secretario de Estado ha explicado en una intervención que ha podido seguirse de forma presencial en el Palacio Euskalduna y de forma telemática, que España tiene asignados, procedentes de la UE, en torno a 60.000 millones de euros en transferencias del mecanismo de recuperación, de los que el Ministerio de Industria cuenta con 2.800 millones para proyectos industriales y otros 2.800 millones para pymes para el periodo 2021-2023.
De los 2.800 millones de la industria, el presupuesto de proyectos transformadores será de 1.500 millones y el secretario de Estado ha calculado que durante los próximos tres años se puedan aprobar un máximo de diez de estos proyectos, a razón de entre dos y tres por ejercicio.
Blanco ha insistido en que una de las prioridades en la elección de los proyectos presentados será «su impacto en el empleo y su apuesta por la formación de cara a cumplir con los principales ejes estratégicos en los que se desarrollarán las iniciativas en el marco de los denominados Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE).
Las 750 solicitudes recibidas aspirantes al reparto y la distribución de los fondos europeos abarcan sectores como el agroalimentario, la automoción, el turismo, la economía circular, el naval o la aeronáutica.
Blanco ha remarcado, en relación al papel de las pymes, que su presencia está garantizada ya que ese segmento empresarial recibirá el 17,1% de los 60.000 millones previstos y serán «unas de las principales beneficiarias».
Para que los recursos lleguen a las pymes las «manifestaciones de interés» necesarias para concurrir obligan a que los proyectos, a partir de una gran empresa tractora, deben contar con la presencia de al menos cinco empresas (de las que un 40% deben ser pequeña o mediana empresa), supongan efectos positivos en al menos dos comunidades autónomas y comporten una inversión de más de 40 millones de euros.
A partir de ahí, ha añadido que «las convocatorias para los proyectos individuales de la pequeña empresa dentro de los proyectos tractores van a estar perfectamente presentes», por lo que ha querido «transmitir al sector la tranquilidad de que esas líneas de financiación van a estar ahí».
En concreto, ha citado que el Ministerio va a habilitar líneas de apoyo a pymes individuales con proyectos relacionados, por ejemplo, con la construcción sostenible, la movilidad o el reto demográfico, entre otros ámbitos, y siempre que tengan un impacto local y comarcal y se desarrollen más apegados al territorio». Este segmento de financiación contará con una partida de ayudas de unos 60 millones de euros en tres años y será coordinado por la Empresa Nacional de Innovación (Enisa).
Blanco ha enumerado que, en general, los proyectos deben tener entre sus objetivos aspectos como la eficiencia energética, la mejora de la sostenibilidad de su proceso o producto, la descarbonización de su actividad, la incorporación de aspectos de economía circular, el mejor aprovechamiento de recursos o la digitalización de la cadena de valor.
INDUSTRIA EN EL CENTRO
El responsable de Industria y de la Pyme ha destacado que estos Fondos Next son, para España, una gran oportunidad de «poner de nuevo la industria en el centro»; para lo que se requiere tener «visión, estrategia u capacidad y saber qué proyectos se necesitan para acelerar esa visión industrial de cara a 2030 y acelerar en este periodo las transformaciones necesarias».
En este punto ha puesto de ejemplo a la industria vasca y ha considerado «importante» tener en cuenta la opinión de las empresas. También que Euskadi es un modelo de cómo la inversion publica actúa de palanca para dar dirección a desarrollos nuevos que marquen cambios, siempre desde el apoyo a la politica industrial y la colaboración publico-privada.
Desde su punto de vista, España tiene una oportunidad para promover una politica industrial transformadora del modelo productivo acompañándola con recursos y para que la industria gane peso en el PIB a partir de cuatro ejes transformadores: la digitalización, la transformación, el impulso a proyectos tractores y la economia circular.
PACTO DE ESTADO Y NUEVO PLAN
De cara a ese impulso a la Industria, el secretario de Estado ha remarcado que el Gobierno español ya ha iniciado los contactos con los agentes sociales de cara a lograr un consenso en política industrial y que ese consenso se pueda traducir en un anteproyecto de ley de industria en España «para que no sea algo que cambie en cada legislatura».
En este punto, Blanco ha defendido la elaboración de un nuevo Plan de Industria, ya que el anterior es de 1992, a partir de la recuperación de un pacto de Estado donde se genere consenso en torno a la actividad industrial.
«Ya hemos iniciado ese diálogo con patronales y sindicatos para conseguir de una vez por todas un consenso en torno a la politica industrial». El objetivo, ha añadido, es «ganar en estabilidad presupuestaria pero también normativa» para que, de ese acuerdo, «emane una nueva Ley de Industria, cuyo borrador confía en tener acabado para finales de este año 2020, algo que ha considerado «tremendamente positivo».