Cultura cede 52 piezas y documentos al Museo Arqueológico de Bilbao

La Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana, a través de su Servicio de Patrimonio Histórico, ha cedido 52 piezas y documentos al Museo Arqueológico de Bilbao, para que formen parte de la exposición ‘Sobre espaldas de gigantes’, que puede visitarse hasta el 11 de noviembre.

Las piezas, un total de 41, pertenecen a diferentes épocas históricas, que abarcan desde el Paleolítico hasta la Edad Moderna, y han sido halladas en enclaves de todo el territorio. En su mayor parte son desconocidas para el público en Navarra.

Destacan entre ellas tres piezas líticas paleolíticas de la Cuenca de Pamplona, cerámica de la Edad del Hierro del Alto de la Cruz de Cortes y un fragmento de mosaico romano del casco viejo de Pamplona, que representa a un hipocampo.

El lote incluye, además, cerámica romana sigillata pigmentada y de cocina procedente de la Catedral de Pamplona, un molde de hacha de la Edad de Bronce de la Ultzama, tres broches visigodos, un peine de madera recuperado del Palacio de El Condestable, una gran cerámica y una aceitera de vidrio y una estela discoidea de Rad, un ara procedente de la reurbanización de Pamplona, y una placa de esmalte de Limoges procedente de San Saturnino de Artajona.

También se han cedido once derechos de reproducción de fotografías y documentos relacionados con la historiografía de la arqueología en Navarra.

ARQUEOLOGÍA EN NAVARRA, EUSKADI Y PIRINEOS ATLÁNTICOS

La exposición persigue mostrar la historia de la arqueología en la Comunidad Foral de Navarra, en la Comunidad Autónoma Vasca y en los Pirineos Atlánticos. Abarca desde los primeros estudios realizados en el siglo XVIII hasta la actualidad. Sus organizadores reconocen así «la labor realizada por todos los arqueólogos y arqueólogas sobre cuyas investigaciones se fundamenta nuestro conocimiento».

Las piezas han sido excavadas y restauradas en muy distintas épocas, pero se decidió aprovechar esta circunstancia para explicar, en las visitas guiadas, los diferentes criterios de restauración aplicados a lo largo de los años a través de las obras prestadas por Navarra y el resto de las piezas que integran la exposición. Tras su estancia en Bilbao, está en estudio la posibilidad de trasladar la muestra a la Comunidad Foral.

LA FIGURA DEL CORREO DE OBRAS DE ARTE

Una persona de la Sección de Bienes Muebles, Registro y Arqueología del Departamento de Cultura se ha encargado de supervisar todo el proceso, desde la gestión de la solicitud hasta la colocación de las piezas en la muestra. «En el préstamo de las piezas es esencial el trabajo del denominado Correo de Obras de Arte, una figura que desarrolla su labor desde la Sección de Bienes Muebles, Registro y Arqueología», explican desde el Servicio de Patrimonio Histórico.

Su actuación incluye «la valoración de la conveniencia de acceder al préstamo desde el punto de vista de conservación», indican. Cuando se manipulan las obras, «cambian las condiciones ambientales en las que habitualmente se encuentran y esto provoca movimiento de los materiales que podría desembocar en graves alteraciones de las obras», comentan.

Esta persona se encarga de clasificar todas las solicitudes en función de los datos aportados por la entidad interesada. Las peticiones deben aportar el listado de piezas y el informe de instalaciones de la sala o salas donde se plantea exponerlas, e incluye, además, una descripción de las vitrinas, soportes y muros que contendrán las obras, sistemas de iluminación, y todos aquellos recursos gráficos, audiovisuales e interactivos mediante los que se apoya el discurso que quiere transmitir la muestra.

También se expone la motivación de la exposición, su ubicación, las fechas de traslado, montaje, inauguración, clausura, desmontaje y retorno, y datos sobre los comisarios y coordinadores de la exposición.

Tras estudiar toda esta información, este profesional revisa el estado de conservación de las piezas solicitadas, y valora si pueden ser prestadas. Si el informe es positivo, elabora un documento en el que se establecen las condiciones de préstamo e incluye, por ejemplo, las características de los embalajes a utilizar, la obligación de manipulación por especialistas, su acompañamiento o incluso si se precisa escolta.

Antes de la salida de las piezas, verifica su estado de conservación, que se revisa y amplía al llegar a la sede de la exposición, durante el montaje, y en el momento del desmontaje y retorno a su lugar de origen en Navarra.

El Correo de Obras de Arte, además, acompaña a las piezas solicitadas durante la manipulación, la salida de su ubicación de origen -puede ser un almacén o una exposición permanente en un museo- y la recepción en la sede solicitante. «Allí dirige el montaje y desmontaje de las piezas en la exposición para la que se presta, y realiza un último control del regreso de las piezas a dependencias de Navarra», concretan desde este servicio.

Los datos sobre conservación son consensuados y firmados por él, en representación del patrimonio navarro y por la persona designada por la institución solicitante que, generalmente es restauradora de bienes culturales.

Si durante todo este proceso se produce algún daño a las piezas prestadas, existe un seguro que respalda cualquier intervención que sea necesario acometer para su reparación.

El préstamo, que es una cesión temporal de bienes, lo aprueba Patrimonio de Hacienda, en el caso que pertenezcan a Gobierno de Navarra, a partir de los informes técnicos de la entidad responsable del cuidado de las piezas, en este caso la Sección de Registro, Bienes Muebles y Arqueología, o Museos.

Si se trata de bienes pertenecientes a la Iglesia, el préstamo se aprueba por parte del Arzobispado, con autorización y condiciones de la sección, que también hace la labor de correo, para garantizar la conservación del patrimonio en las mejores condiciones.

MÁS DE 70 SOLICITUDES DE PRÉSTAMO

«Navarra es una tierra rica culturalmente hablando, por lo que es bastante frecuente la solicitud de piezas para formar parte de numerosas muestras, tanto de España como de otros países», añaden desde el Servicio de Patrimonio Histórico. «Con estas cesiones, además de colaborar con otras entidades, se logra dar a conocer nuestro patrimonio entre las personas que visitan las exposiciones».

En los últimos diez años se han valorado más de 70 solicitudes de préstamo para exposiciones temporales, la mayor parte de las cuales han salido adelante. El año pasado, atípico por las condiciones generadas por la pandemia, la mayoría «se cancelaron o retrasaron hasta que las condiciones mejoraran», señalan.

Este es el caso, por ejemplo, de la muestra Tornaviaje, en el Museo Nacional del Prado, a la que se trasladarán tres grandes cuadros de Navarra, o la reapertura del Museo Cluny en París, para la que también se prestan varias obras.

Aun así, en los dos últimos años se han realizado varios préstamos. Desde el Museo de Navarra, por ejemplo, salieron cuadros de Isabel Baquedano y de Zuloaga con destino a sendas exposiciones retrospectivas celebradas en Bilbao, y una escultura de José Ramón Anda para la Sala Kutxa de San Sebastián.

De Patrimonio Arqueológico se han cedido piezas para la exposición del Alto de la Cruz en Cortes y para una muestra en La Alhambra de Granada, a la que viajó el Ataifor de los leones, actualmente expuesto en Tudela.

Finalmente, Patrimonio Sacro de la Iglesia, en Navarra, ha prestado varias obras para sucesivas ediciones de la muestra Las Edades del Hombre, la última de ellas celebrada en Lerma, a la que fue el San Rafael de Sesma, así como para otras exposiciones como el retrato de Campomanes, que viajó a Murcia en 2019.

Por otro lado, piezas como la Arqueta de Leyre o el Retrato del Marqués de San Adrián de Goya, son solicitadas reiteradamente, ha informado el Gobierno.