El colectivo Vaga Feminista ha hecho este jueves un llamamiento a «no quedarse en casa» los próximos 7 y 8 de marzo pese a las dificultades que supone la pandemia del coronavirus, y ha asegurado que todas las actividades que han preparado con motivo del Día Internacional de la Mujer cumplirán con las medidas sanitarias pertinentes.
«Somos muy conscientes del contexto y la situación que estamos viviendo, pero precisamente por eso creemos que es importantísimo que el movimiento feminista esté en la calle», ha afirmado una de las potavoces del movimiento, Sílvia Alberich, que ha recordado que la pandemia ha impactado especialmente en las mujeres.
«Con todo el cuidado que nos caracteriza y siendo conscientes de las medidas de seguridad que se deban tomar, no renunciamos a la calle y a nuestro derecho democrático a manifestarnos», ha añadido Alberich, que ha criticado la prohibición a las concentraciones masivas que se preveían para el 8M en Madrid.
Vaga Feminista ha convocado paseos feministas en diversas localidades catalanas el domingo 7 de marzo, una «manifestación estática» en el paseo de Gràcia de Barcelona 8 de marzo a las 18.30 horas, y una acción de protesta con ruido y luces desde los balcones de cada casa el mismo lunes a las 21 horas.
La concentración del día 8 se desarrollará en ocho tramos entre la Gran Via y la avenida Diagonal –dos tramos mixtos y el resto no mixtos–, con todas las manifestantes quietas y con mascarilla, y respetando la distancia de 2,5 metros cuadrados entre las participantes, que deberán inscribirse previamente.
«Para nosotras es prioritario tomar todas las medidas de seguridad para garantizar la salud de las mujeres que participen en esta concentración», ha afirmado otra portavoz, Dolo Pulido, que ha asegurado que se han asesorado con profesionales del mundo del urbanismo y la salud a la hora de preparar la manifestación.
HUELGA FEMINISTA
Además de estas acciones de protesta, el colectivo ha secundado un año más la huelga feminista convocada por algunos sindicatos el 8 de marzo, recordando que el impacto de la crisis en las mujeres trabajadoras, y en colectivos precarizados como los migrantes, las personas racializadas, y las personas trans, hace especialmente necesaria la protesta.
«En el último año las trabajadoras hemos visto como nuestra opresión ha aumentado ostensiblemente: aunque representamos el 39% de la fuerza de trabajo, un 54% de las personas que han perdido el trabajo a causa de la pandemia son mujeres», ha afirmado la portavoz de la comisión laboral de Vaga Feminista, Rosa Aldave.
Ha recordado también que, en muchos casos, las mujeres que han conservado su trabajo han tenido que compaginar su jornada laboral con el cuidado del hogar y la familia, y ha reivindicado que gran parte de los servicios esenciales –enfermeras, cajeras, cuidadoras– son ejercidos por mujeres.
«Se ha demostrado que somos esenciales, pero también precarias», ha añadido Aldave, que ha alentado a todas las mujeres trabajadoras a sumarse a la huelga del lunes 8 de marzo, a reivindicar sus derechos, a demostrar su apoyo al colectivo y a denunciar las vulneraciones que viven en su ámbito laboral.