El Banco Central Europeo (BCE) ha expresado su disposición a incrementar el volumen de sus adquisiciones de activos e incluso ir más allá del programa de compras de emergencia por la pandemia (PEPP) para evitar un endurecimiento de las condiciones de financiación y mantener bajo control la curva de rendimientos de la deuda, según ha indicado Fabio Panetta, representante de Italia en el directorio de la institución.
Panetta ha advertido de que, a pesar de atisbarse una recuperación gracias a las vacunas, 2021 sigue siendo un «año pandémico», subrayando que, incluso si la pandemia termina pronto, sus consecuencias económicas no lo harán, por lo que ha defendido la necesidad de brindar apoyo durante el tiempo que sea necesario para salir fortalecidos de la crisis y limitar los daños a largo plazo.
«En la actualidad, los riesgos de proporcionar muy poco apoyo aún superan con creces los riesgos de proporcionar demasiado», ha afirmado.
En este sentido, si bien se espera que la inflación aumente este año, ha advertido de que esta estará impulsada por efectos estadísticos puntuales vinculados a la composición de la cesta de consumo, así como por efectos de base derivados de anteriores caídas del precio de la energía y la reversión de la reducción del IVA en Alemania. «Por tanto, el aumento será temporal», ha señalado.
Asimismo, ha reconocido que resulta probable una mayor divergencia cíclica con Estados Unidos, donde la recuperación se verá respaldada por un estímulo fiscal significativo en 2021, y ha alertado de que esta divergencia traerá riesgos propios, incluyendo un contagio no deseado del aumento de los rendimientos de Estados Unidos a la curva de rendimiento de la zona del euro.
«Si no se aborda, esto conduciría a un endurecimiento de las condiciones de financiación que es inconsistente con nuestras perspectivas internas y contrario a nuestra recuperación», ha apuntado.
«No debemos dudar en aumentar el volumen de compras y gastar todo el PEPP o más si es necesario», ha asegurado el ejecutivo italiano del BCE, señalando que la implementación de una política de este tipo requiere que el banco central identifique qué nivel de rendimientos nominales pretende lograr, adaptar sus compras para alcanzar ese nivel y estar dispuesto a intervenir en la medida necesaria.
«De esta manera, podemos evitar un endurecimiento de las condiciones de financiación que, de otro modo, llevaría a que la inflación se mantuviera por debajo de nuestro objetivo durante más tiempo», ha defendido, añadiendo que, con el tiempo, «el firme compromiso de dirigir la curva de tipos de la zona del euro puede permitir ralentizar el ritmo de compras».
No obstante, Panetta ha reconocido que para llegar a ese punto el BCE debe establecer la credibilidad de su estrategia «demostrando que no se tolerará un endurecimiento injustificado».