AstraZeneca no pasa por un buen momento. El hilo mediático pareciera que le está pasando factura en lo que supone ser su efectividad de cara a darle tregua a esta crisis sanitaria que atravesamos como consecuencia de la Covid-19. Existen fuertes argumentos que la ubican en uno de los peores lugares desde que se hicieron notar en el mercado, siendo desde luego, una de las farmacéuticas de mayor importancia en todo el globo terráqueo.
Se le ha atribuido el hecho de que es una vacuna de segunda categoría, los dilemas con la Unión Europea (EU) no acaban por dejar claro el panorama de la inmunización que se tenía previsto llegara al 70% para los meses restantes de este 2021. Sin embargo, una vez vuelta a estar en la palestra y con un escenario bastante lóbrego, exacerbando aún más las dudas de una población que desconfía, no solo de esta vacuna sino del mero hecho de vacunarse. Veamos qué tan cierta o no es esta afirmación «de segunda categoría».
6El miedo acecha a las personas
No hay duda de ello, el miedo acecha en cada uno de los hogares, y en las calles el desconcierto es la constante que es difícil apaciguar. Más en un escenario tan lóbrego que nos ha tocado vivir a todos. No obstante, a pesar de esas matrices que yacen en la mente de cada ciudadano, tanto con la AstraZeneca como con cualquier ora, y de sus efectos secundarios, efectividad, seguridad y todo lo que implica el material sanitario, sigue habiendo mucha mística para creer en las vacunas.
Las cifras dan cuenta de que ya 200 millones de dosis se han colocado, y que esas dudas que tiene gran parte de la población mundial, si bien no acaban de un momento a otro, la realidad es que han superado las vicisitudes para entrar en una situación de alarma que aún permanece, y cuesta confiar; esta es la palabra clave, confiar de que sí son seguras, dentro de todo lo negativo que se ha diversificado por las redes e Internet provocando un mayor caos del que ya nos arropa.