Una de las estructuras más grandes de nuestra galaxia, la Vía Láctea, la Espuela Polar Norte, ha sido ubicada a unos 500 años luz de distancia.
Esto es mucho más cerca de lo propuesto por algunos modelos que la asociaban con el núcleo galáctico y las burbujas de Fermi, según astrónomos del Centro Harvard Smithsonian for Astrophysics (CfA), que la vinculan más bien con la asociación más cercana de estrellas jóvenes masivas Scorpius-Centaurus.
La espuela es una cresta gigante de emisión brillante que se eleva aproximadamente perpendicularmente desde el plano de la galaxia comenzando aproximadamente en la constelación de Sagitario y luego se curva hacia arriba, extendiéndose por el cielo por más de treinta grados (el tamaño de sesenta lunas llenas) donde parece unirse a otras características filamentosas brillantes.
La radiación emitida está muy polarizada, lo que indica que es producida por gas ionizado en presencia de fuertes campos magnéticos. Dependiendo de lo lejos que esté de nosotros, sus estimaciones de longitud oscilan entre cientos y miles de años luz.
Una de las principales teorías sobre la Espuela sostenía que se trata de una estructura local producida por un remanente de supernova y tal vez se encuentre a solo unos pocos cientos de años luz de distancia.
Otros estudios que utilizan la absorción de la luz de las estrellas vista a través de la Espuela sugirieron que está a más de mil años luz de distancia. Usando observaciones cinemáticas de gas y conjuntos de datos relacionados, un grupo diferente argumentó que está más como a seis o diez mil años luz de distancia. Debido a que la forma general del bucle recuerda a las burbujas gigantes de Fermi descubiertas emanando de la región del centro galáctico, otros astrónomos argumentaron que la Espuela es en realidad parte de un frente de choque producido por la actividad de formación estelar que ocurrió hace unos quince millones de años cerca del centro de la galaxia a unos veinticinco mil años luz de distancia.
Una fuerte restricción en la distancia de la Espuela tiene implicaciones para nuestra comprensión de su origen y estructura, pero también para la de otros lazos de emisión extendidos brillantes, las burbujas galácticas, las actividades de supernovas en el vecindario solar y las salidas de material visto desde núcleos en otras galaxias.
Los astrónomos de CfA Catherine Zucker, Joshua Speagle y Alyssa Goodman y sus colegas utilizaron el reciente lanzamiento de las mediciones de paralaje de la misión Gaia para determinar distancias precisas y precisas a las nubes moleculares locales. Al comparar esos datos con mediciones de la extinción interestelar hacia la Espuela y observaciones independientes de las cantidades de gas a lo largo de diferentes líneas de visión, concluyen que casi todo la Espuela se encuentra a una distancia de quinientos años luz (una sección menor sección podría como unos pocos miles de años luz).
Con base en sus resultados, argumentan que la Espuela no está asociada con las burbujas de Fermi ni con el centro galáctico, sino más bien con la asociación de estrellas jóvenes masivas más cercana de Scorpius-Centaurus.