Después de cumplir sus compromisos profesionales en «Viva la vida» y de coincidir en un plató por primera vez con su «cuñado», Asraf Beno, Irene Rosales ha puesto rumbo a Sevilla para retomar su rutina y reencontrarse con sus pequeñas, Ana y Carlota.
Dolida por el enfrentamiento entre Kiko e Isabel Pantoja, la colaboradora no ha dudado en dedicar unas bonitas palabras a la tonadillera, con quien siempre tuvo muy buena relación y a la que consideraba una segunda madre, por lo que la nula relación que tienen hace meses no puede menos que dolerle profundamente. Una guerra entre madre e hijo a la que Irene confiesa que no ve solución: «Lo veo muy difícil».
Muy discreta acerca de las elevadas deudas económicas de Pantoja, que de no pagar la hipoteca antes del día 11 de marzo podría ver peligrar Cantora – que podría ser embargada por el banco – Irene prefiere no comentar si este embargo afectaría a la parte de la finca de Kiko. «Ahí no tengo yo nada que decir porque no sé absolutamente nada. No lo sé cómo va esa gestión. No tengo ni idea, de verdad», confiesa.
Acerca de la boda de Isa y Asraf, que podría significar el reencuentro de toda la familia, y a la que Irene y Kiko ya han confirmado que asistirán, la colaboradora guarda silencio acerca de si su suegra finalmente acudirá, puesto que hace 15 días que ha cortado toda conexión con Chabelita, que está afrontando los preparativos de su gran día sin ayuda.
Por ello, y demostrando la buena relación que le une con su cuñada, Irene, que «todavía no» ha visto los vestidos con los que Isa podría estar pensando en pasar por al altar, se presenta como voluntaria para aconsejarla en la elección del traje de la boda: «Si hace falta sí claro».