El hipo es aquel sonido ‘inspiratorio’ que se genera tras una contracción de forma brusca, involuntaria y de forma intermitente del diafragma. Este se encuentra en la base de los pulmones y es este que hace que la llamada epiglotis se cierre.
Tras cerrarse se produce lo que todos conocemos como hipo y que suele aparecer de forma repentina y por lo general dura unos cuantos minutos.
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El hipo puede afectar a todos los seres humanos, desde niños hasta ancianos. El hipo tiende a ser considerado como refractario o rebelde cuando tiene una duración de más de un mes, y en estos casos mayormente es necesaria la observación de un médico.
Si el hipo tiene una duración de menos de 48 horas es considerado un ataque de hipo recurrente. Pero si sobrepasa es las 48 horas pero tiene una duración menos de un mes es un hipo persistente.
En todo caso cuando ocurre este tipo de hipo las personas suelen ir a consulta médica para que el especialista revise y descarte.
Hipo, un proceso normal pero molesto
Básicamente, el hipo no es más que las contracciones involuntarias del diafragma, cuyo músculo juega un papel fundamental en el proceso de respiración del ser humano.
Cada contracción le continúa un cierre de forma repentino de las cuerdas vocales, y es precisamente este el que producto un característico sonido de hip.
Ahora bien, el hipo puede hacer presencia tras ingerir comida en abundancia, bebidas alcohólicas o bebidas con gas (gaseosas). También puede ser ocasionado por emociones repentinas o incluso por la ingesta de agua de forma veloz.
Como ya lo hemos dicho hay hipos que deben ser tratados por especialistas, y son aquellos que tienden a tener una duración de más de un mes. En algunos casos, el hipo se puede derivar de alguna enfermedad no diagnosticada.
El hipo siempre durará unos minutos, pero si el hipo es refractario, deberá ser un especialista que determine qué es lo que ocurre con el proceso de la respiración o si se trata de alguna enfermedad. Este hipo mayormente ocasiona adelgazamiento y agotamiento.
¿Hipo prolongado?
Se dice que las causas de los hipos que son prolongados corresponden a daños o irritación de los nervios vagos que son aquellos que asisten al músculo del diafragma.
Algunos factores que influyen son:
- Algún pelo , objetos, suciedad en el oído que toca la membrana del tímpano.
- Un tumor, quiste o bocio en el cuello.
- Reflujo gastroesofágico.
- Dolor de garganta o laringitis.
Otra causa drástica del hipo puede ser debido a los trastornos del sistema nervioso central. Un tumor o una infección pueden alterar el control normal del cuerpo sobre el reflejo del hipo.
- Encefalitis
- Meningitis
- Esclerosis múltiple
- Accidente cerebrovascular
- Lesión cerebral traumática
- Tumores
- Trastornos metabólicos y drogas
- El hipo prolongado puede estar desencadenado por:
En cuanto a trastornos metabólico o drogas
- Alcoholismo
- Anestesia
- Barbitúricos
- Diabetes
- Esteroides
- Tranquilizantes
¿Cuáles son los remedios para quitarlo?
Hay varios remedios para quitar el hipo, pero se dice que el más común y efectivo es beber un vaso con agua sin respirar y contar hasta 10. Aunque no hay ningún estudio sobre esto, puedes intentarlo a ver que tal te va.
Para dos investigadores británicos de los hospitales de Gloucester y Worcester quienes han publicado varias conclusiones sobre el tema del hipo, han llegado a un acuerdo que solo hay un remedio efectivo.
El remedio es aprestarse los oídos con los dedos mientras se toma un vaso con agua a través de un pitillo. De acuerdo a dichos investigadores, este si es el remedio definitivo y efectivo contra el ataque del hipo.
Otras opciones
Tomar vinagre blanco. Puede ser una cucharada directamente o mezclar en un vaso con agua.
Dicen que los sustos funcionan. Hasta los momentos no hay nada comprobado al respecto pero algunols afirman que el hipo se va con un pequeño susto.
Otra opción es apoyar un vaso con agua en una silla. Debes tener el vaso en una silla y en otra deberás sentarte e inclinarte para poder beber todo el contenido sin tocarlo con las manos.
Morder una rodaja de limón y chupar el jugo. El ácido del limón provoca una reacción que te ayudará a que el hipo pase. Recuerda que no a todos les puede funcionar.
Simula la respiración. Inhala profundamente y contén la respiración, tapa la nariz y la boca y mueve el diafragma como si estuvieras respirando de verdad.
Genera un eructo. Debes tragar aire hasta que consigas eructar.
Otra opción puede ser beber un sorbo de agua pero sin tragarlo. Luego debes tirar hacia abajo de ambos lóbulos e inclina la cabeza hacia atrás. Entonces traga el agua.
Muerde un lápiz colocándolo de manera horizontal entre los dientes. Luego deberás beber un vaso con agua con el lápiz en la boca.
Intenta respirar dentro de una bolsa de papel, de manera lenta y profunda.
Recuerda que estas solo son opciones que puedes intentar para calmarlo, si persiste durante el tiempo ya expuesto consulte a su médico.
