Dentro de un equipo de fútbol siempre hacen falta esos jugadores como Diego Simeone que dejaba todo en la cancha con mucho pundonor y gallardía; pero además tenían la destreza suficiente para destacar y ser capaces de mostrar algo de calidad con el balón en los pies. Ese era el «Cholo», que siempre se encargó de destruir más que de construir; aunque con la destreza para erigirse como pieza central para todos sus entrenadores. Esa capacidad para resaltar la ha traspasado a su siguiente faceta dentro del balompié: como entrenador. Desde el banquillo ahora dirige el destino del Atlético de Madrid; no obstante, hace poco cumplió 15 años en su carrera como técnico y hasta ahora se puede decir que lo ha hecho de gran forma. Títulos, momentos para el recuerdo y el resurgir de un equipo decaído, cuentan como los logros de este argentino que tiene el corazón rojiblanco.
Pese su éxito pocos se imaginaron que ese que daba todo en la cancha, que se echaba el equipo al hombro y cortaba todo en el mediocampo podría llegar a ser un magnífico entrenador. Sus logros han superado las expectativas hasta del más positivo y ahora se luce como uno de los mejores entrenadores del mundo. De hecho, la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS por sus siglas en inglés) lo nombró el mejor estratega de la última década, esto debido a sus grandes hazañas en el Atlético de Madrid; allí Simeone ha estado desde el 2011 y ha forjado un nombre como gran entrenador. No cabe duda de que en la escuadra colchonera ha tenido sus mejores momentos, pero su leyenda en los banquillo se inició en su país, Argentina, en el que con mucho esfuerzo dio sus primeros pasos y conquistó sus primeros títulos.
Simeone dejó su legado en Argentina
Luego de su retiro como profesional, Simeone ha tenido bajo su tutela a seis equipos; sin embargo, su viaje en los banquillo comenzó al tomar las riendas del Racing de Avellenada en el Clausura 2006, en lo que fue su primer gran momento y su estreno como entrenador. Al lavar un poco la imagen de Racing dio el saltó a Estudiantes de La Plata para el Apertura 2006 y allí tuvo otro gran momento, porque conquistó el título tras hacer una remontada espectacular en las últimas jornadas y empatar en puntos con Boca Juniors. Ya en el partido de desempate se quedó con el triunfo y se quedó con el trofeo; así rompió una racha de 23 años sin títulos del conjunto de La Plata. Tras su hazaña con Estudiantes dio el salto a uno de los equipos más grandes del fútbol para llevarlos a la gloria: a River Plate.
Al equipo millonario llegó para llevarlos hasta el título en el Clausura de 2008, con una escuadra plagado de estrellas, como Radamel Falcao, Alexis Sánchez o Sebastián Abreu; Simeone conquistó su segundo trofeo en Argentina y en esta ocasión con uno de los equipos más representativos del planeta. Su fama creció hasta límites insospechados; pero una serie de malos resultados lo sacaron del conjunto de la franja roja. De allí pasó a San Lorenzo, tuvo un breve paso por el Catania y luego regresó a Racing hasta el preciso momento en que se produjo otro de los momentos más especiales de su carrera como estratega, que fue cuando recibió la llamada del Atlético de Madrid. El equipo rojiblanco se encontraba a la deriva y el argentino llegó a mitad de temporada para enderezar el rumbo; no obstante lo que ha logrado ha sido muy superior a eso.
Lo mejor llegó en Madrid
Miguel Ángel Gil Marín realizó la llamada y Simeone no dudo un instante para regresar al club de su vida, al que le dio tantas alegrías de jugador y al que volvió hasta en una segunda etapa para terminar su periplo por Europa. Ahora iría para salvarlo de su propia ruina, aunque esta vez los ayudaría desde el banquillo. Desde su arribó al equipo de la capital española los momentos especiales se han ido sucediendo uno tras otro; sin embargo lo más importante de todo su viaje con los colchoneros que los ha convertido en uno de los equipos más importantes de España y del continente. Bajo el mando del argentino el equipo ha sido capaz de luchar de frente contra otros grandes y además se ha curado de todos esos temores que lo hacían sentir inferior al resto.
Obviamente la mayoría de los momentos especiales que tiene Simeone con el Atlético tiene que ver con los títulos ganados. En total acumula siete trofeos: una Liga (2014), dos Europa League (2012 y 2018), dos Supercopas de Europa (2012 y 2018), una Supercopa de España (2015) y una Copa del Rey (2013). Pese a todo la grandeza también está en otros hitos importantes y entre ellos resaltan las dos finales de Champions League a las que llegó cuando nadie los esperaba (2014 y 2016); aunque en ambas cayó ante el Real Madrid, el hecho de acceder hasta esa instancia en la competición de clubes más prestigiosa del mundo ya es todo un logro. El sueño de conquistar «La Orejona» persiste y en esta campaña tiene herramientas para lograrlo; por eso el argentino continuará luchando para convertir ese en el momento más preciado de todos en su carrera como entrenador.