Durante las últimas semanas el nombre de Kylian Mbappé ha resonado con fuerza en todo el mundo del fútbol; pero también el de Erling Haaland ha aparecido para hacerlo una dura competencia. Esta claro que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo continúan siendo los más grandes del planeta; sin embargo, los días siguen pasando y el adiós de ambos se acerca. Por eso ya surgen varios herederos para tomar el trono; aunque ninguno de ellos suena tan fuerte como el francés y el noruego para subirse a la cima. Los dos tienen facultades increíbles, pero en la faceta goleadora lo de Haaland es espectacular.
El nórdico, nacido en Leeds, Inglaterra, es un delantero formidable; con unas cualidades innatas para el deporte, gracias a su físico imponente, su velocidad, calidad técnica y una voracidad goleadora sin igual en la actualidad. No obstante, Haaland es mucho más que un delantero fuera de serie; en realidad tiene muchas facetas que pocos conoce y que lo hacen todo un personaje lleno de curiosidades que merecen ser sabidas por todos. Muchos clubes lo quieren para su delantera, entre ellos un Real Madrid que parece ser el que más lo quiere, y si lo llegan fichar obtendrán a todo un personaje cuya vida es digna de seguir.
5Con los pies en al tierra
Pese a la cantidad de elogios que acumula y todos los equipos que van tras su pista, la verdad es que Haaland se mantiene muy centrado y sereno. Con los pies bien fijos en el suelo, el noruego quiere seguir creciendo y colaborando con sus goles para el Borussia Dortmund. La fama no lo ha vuelto loco y aunque es muy joven (20 años) sabe que aún le falta mucho por mejorar y demostrar. Pese a todo actúa como un joven tranquilo y normal; algo tímido, pero con gustos y aficiones como cualquiera. Aunque eso sí, un poco fuera de lo común.
Si otros jóvenes futbolistas gastan su tiempo libre en videojeugos, música o las redes sociales, Haaland prefiere hacerlo nunca mejor dicho con los pies en la tierra. El nórdico es un apasionado por la agricultura y tiene su propio tractor, que sabe manejar muy bien, y su propio terreno en el que siembra y luego cosecha todos sus productos. La tierra lo llama y a él le encanta sacar productos que él mismo ha trabajado para obtener. Toda una afición de la cual aprender.