Un análisis del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada ha concluido que la aparición de nuevas plataformas tecnológicas para la industria audiovisual puede «desbloquear» el sector del doblaje cambiando su modelo tradicional, y que eso puede ayudarle a afrontar la crisis derivada del coronavirus.
Considera que actores y actrices que empiezan en la profesión del doblaje puedan formarse y también «asumir nuevos trabajos sin intermediarios, y grabar sus proyectos en remoto desde cualquier lugar del mundo», ha informado el Instituto este viernes.
El análisis añade que la pandemia lo está demostrando, por la utilidad de trabajar a distancia, y que «esta ‘uberización’ del doblaje puede convertirse en la solución necesaria para desbloquear un sector, otrora reservado a una élite, ampliando el abanico de talentos a disposición de empresas, instituciones y productoras para satisfacer una demanda cada vez mayor».
El análisis constata que, tras los peores momentos de la Covid-19, empresas y profesionales se enfrentan a otra realidad, incluidos oficios artísticos como el doblaje: «Después de casi 9 décadas de historia en España y con altos niveles de calidad, se encuentra ante una encrucijada en que, además de este crecimiento de la demanda, confluyen la escasez de voces y la descentralización geográfica del talento».
El vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás, ha afirmado que «esta facilitación del doblaje abrirá a nuevos actores y actrices las puertas de un sector con una demanda al alza, en el que se impondrá un modelo híbrido donde cohabitarán los estudios tradicionales con las grabaciones en remoto».
Además, considera que, con este modelo, «los nuevos talentos emergentes también aspirarán a poner voz a los estrenos de las grandes plataformas».
Ha puesto como ejemplo que la nueva plataforma de grabación en remoto StudioNEXT de la compañía TransPerfect permitió a dobladores completar sus trabajos en el confinamiento, y que escuelas virtuales como MediaNEXT Dubbing Academy están «democratizando un oficio reservado hasta ahora a los actores y actrices residentes en las grandes áreas metropolitanas donde se concentran los principales estudios de grabación».
El análisis añade que la industria audiovisual en general deberá esperar hasta 2022 para recuperar sus cifras previas a la pandemia, «cuando unas 500 series estrenaban anualmente temporada entre Estados Unidos y Europa.
Considera que en España estos pronósticos «pueden ser incluso más optimistas, a pesar de algunas cancelaciones y de los protocolos que han caracterizado la vuelta al trabajo».
Pone como ejemplo que, «gracias a fenómenos como ‘La Casa de Papel’, el audiovisual español se ha situado en el escaparate internacional» y que eso puede ayudarle a superar la crisis.
Éxitos como el de esa serie, «unido al crecimiento de los servicios de libre transmisión (OTT) y de los picos de consumo, precipitará la recuperación de un sector que en tiempo récord ha recuperado los niveles de 2018, año en que comenzó a alcanzar su madurez.
«Pero obligará a algunos de sus agentes a replantearse su modelo de negocio tradicional», advierte.