Alejandra Rubio se ha convertido, a sus 20 años, en una de las colaboradoras más polémicas de la pequeña pantalla. Su naturalidad, su carácter claro y su sinceridad, que le han valido enfrentamientos con gran parte de sus compañeros en «Viva la vida», incluida su tía Carmen Borrego, están dando mucho de qué hablar.
En los últimos días, la hija de Terelu Campos se ha convertido en uno de los personajes estrella en «Sálvame», y diferentes colaboradores del programa, como Kiko Matamoros, Kiko Hernández o Lydia Lozano, han acusado a Alejandra de ser quien filtra la información de su familia a la prensa, de tener un cáracter turbio – incluso lo compararon con el agua de la fregona – y de no ser buena colaboradora, sino una de «tercera».
Unas duras palabras a las que la nieta de Teresa Campos prefiere no contestar. Muy seria, y demostrando sin palabras que no atraviesa por su mejor momento al estar probando las «hieles» de la fama – cuando hasta ahora sólo conocía las «mieles» – Alejandra prefiere guardar silencio y no pronunciarse sobre las críticas que le han dedicado en los últimos días.