El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, ha anunciado que la Generalitat ampliará la Reserva Natural y las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Delta del Llobregat (Barcelona), tras el expediente de la Comisión Europea (CE) por el deterioro que ha sufrido el espacio en los últimos años.
Lo ha anunciado en rueda de prensa este jueves tras la reunión del Consorci dels Espacis Naturals del Delta del Llobregat, a la que también han asistido el director de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), Lluís Ridao; el director general de Políticas Ambientales y Medio Natural, Ferran Miralles; la gerente del consorcio, María José Albaladejo, y representantes de los municipios de la zona.
La CE abrió el 18 de febrero un procedimiento de infracción contra España, y envió una carta de emplazamiento al Gobierno central y a la Generalitat por no haber adoptado «medidas suficientes» para frenar el deterioro del Delta del Llobregat, provocado por la expansión del aeropuerto de Barcelona y el puerto, y por el desvío del río.
Calvet ha recordado que el origen del requerimiento de la CE –cuyo proceso se inició en 2013– es la ampliación de dos infraestructuras «que son responsabilidad del Estado» y que fueron ejecutadas por el mismo Gobierno central, por lo que ha instado al Estado a dar una respuesta a Bruselas.
La CE ha dado dos meses a las autoridades españolas para «atajar las deficiencias» identificadas en el Delta; si la respuesta de las autoridades no resultara convincente, la Comisión podría enviar un dictamen motivado, último paso antes de elevar el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
LA RESPUESTA CATALANA
Calvet ha indicado que la Generalitat no es ajena al requerimiento de la CE y, como autoridad competente en materia medioambiental, apostará por ampliar la reserva natural y las ZEPA, y tramitará un nuevo plan de protección del Delta que tendrá «su propia dotación económica».
El conseller ha afirmado que la carta de la CE es una «oportunidad» para mejorar la situación del espacio natural y proteger la biodiversidad de la zona, así como para establecer, en sus palabras, una hoja de ruta clara en la preservación del Delta del Llobregat.
Paralelamente, Calvet ha anunciado una inversión de 74,3 millones de euros en tres años para hacer llegar agua limpia al Llobregat, lo que mejoraría la situación medioambiental del espacio, además de trabajos para la rehabilitación de zonas húmedas y mejoras en el sistema de saneamiento.
La estrategia, ha explicado, se enmarca en las inversiones de la ACA para fomentar la reutilización del agua y la economía circular, con las que se busca convertir las depuradoras catalanas en «ecofábricas de agua renovada», que podrá retornar al río y los acuíferos, y destinarse a usos urbanos e industriales.