Los programas de trasplante pulmonar redujeron su actividad en un 20 por ciento con respecto a 2019, debido a los efectos de SARS-CoV-2 sobre las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) durante la primera ola de la pandemia, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
En concreto, en 2020, 336 pacientes tuvieron la oportunidad de recibir un trasplante pulmonar en uno de los siete centros españoles que realizan esta avanzada práctica quirúrgica, lo que representa un 20 por ciento menos con respecto a 2019, en el que se consiguieron realizar 419 trasplantes pulmonares.
Así, a pesar de las múltiples dificultades, a lo largo del pasado año se realizaron en España 4.225 trasplantes de órganos, lo que corresponde a una tasa de 93,3 por millón de población (p.m.p). Esto fue posible gracias a que 1.777 personas donaron sus órganos, lo que sitúa a España en una tasa de donación de 37,4 p.m.p. En este sentido, SEPAR resalta que, aún en plena crisis sanitaria, la tasa de donación de España es muy superior a la del resto de países en época anterior al coronavirus.
«El descenso de la actividad de los programas de trasplante y, más concretamente, del programa de trasplante pulmonar, se produjo durante la primera ola COVID-19, durante los meses de marzo a mayo de 2020; hasta este momento, la donación y el trasplante pulmonar mantenían, al igual que otros órganos, un ritmo ascendente», explica el neumólogo y miembro del Área de Técnicas y Trasplantes de SEPAR, el doctor José M. Cifrián.
Además, el doctor ha destacado que, en los primeros días de mayo, tanto el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander como el Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona consiguieron realizar trasplante pulmonar, tras la primera ola, siguiendo posteriormente el resto de centros. «La pandemia produjo una sobrecarga brutal del sistema sanitario y más especialmente de las UCIs, que tuvieron que atender a los pacientes con COVID-19, también hubo que tener en cuenta la seguridad de los pacientes y la preocupación por el impacto que la infección pudiera tener en los receptores de trasplante», explica el doctor Cifrián.
Así, siguiendo recomendaciones de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en los momentos más complicados de la crisis se ha priorizado el trasplante de los pacientes en situación clínica muy grave. De igual modo, se está recogiendo el impacto de la infección COVID-19 en los pacientes receptores de trasplante pulmonar, cuya mortalidad es más alta que en otros trasplantes, debido a que la diana fundamental del SARS-CoV-2 es el pulmón.
VACUNACIÓN PRIORITARIA PARA LOS PACIENTES TRASPLANTADOS DE PULMÓN
«Pendiente de completar datos aún en este momento, las estimaciones permiten afirmar que, sin duda alguna, es preciso acelerar los programas de vacunación para los pacientes trasplantados de órgano sólido, especialmente los pacientes trasplantados pulmonares, que son los que mayor morbi-mortalidad, con diferencia, están demostrando», afirma este experto.
Así, algunos datos importantes de la actividad trasplantadora de 2020 apuntan a un incremento del número de trasplantes pulmonares realizados con donación en asistolia (28%). Entre 2001 y 2012, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) fue la primera causa indicadora de trasplante, por delante de la Enfermedad Pulmonar Intersticial Difusa (EPID) y de la fibrosis quística, pero, durante los ocho últimos años, la EPOC ha dejado paso a las EPID, enfermedades que causan procesos de fibrosis pulmonar, como primer motivo de trasplante pulmonar en España.
Atendiendo a las estadísticas de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), 135 de esos 336 trasplantes pulmonares fueron realizados a pacientes con patología fibrosa pulmonar (41% del total de los trasplantados en 2020), siendo un gran porcentaje de ellas fibrosis pulmonar idiopática.
La fibrosis pulmonar idiopática es una enfermedad grave y en ocasiones rápidamente progresiva, que es también la primera causa de trasplante pulmonar en situación de máxima urgencia, conocida como ‘Alarma 0’, y ha supuesto, durante 2020, un 33 por ciento de las 24 situaciones de máxima urgencia pulmonar en adultos consideradas en España.
Esta es, por tanto, la primera causa de trasplante pulmonar en España que, además, en muchas ocasiones, se ha de realizar con gran urgencia. Una de las principales preocupaciones de los equipos de trasplante son los enfermos que se encuentran en lista de espera. En este sentido, los hospitales españoles registraron 615 enfermos neumológicos en lista de espera para un trasplante durante 2020, con un tiempo en lista de espera global de 155 días.
Es por ello por lo que están aumentando los programas de donación en asistolia y se está trabajando intensamente en mejorar los cuidados de los órganos procedentes del donante mediante los sistemas de perfusión ex-vivo.
Finalmente, desde SEPAR reiteran que «es imposible evaluar toda la actividad trasplantadora pulmonar en 2020 sin tener en cuenta el arduo trabajo de los equipos multidisciplinares que los conforman sin excepción, y que en muchos casos tuvieron que afrontar al mismo tiempo la atención clínica a los afectados por la pandemia COVID-19», concluyen.