Nuestra queridísima dieta mediterránea es sin duda alguna la más importante del mundo, pero vamos a ver qué es lo que le pasa a nuestro cerebro cuando la empezamos. Como decíamos, la famosa dieta mediterránea es, sin lugar a dudas, la dieta o el estilo de alimentación más importante en el mundo, de hecho, es el más seguido por todo el globo. Esta dieta centrada en la verdura y el aceite de oliva es la mejor puntuada por científicos alrededor del mundo y es también la más recomendada por los médicos tanto si queremos mejorar nuestra alimentación y estilo de vida como si lo necesitamos para mejorar y proteger nuestra salud debido a algún tipo de problema. La cantidad de beneficios que aporta al organismo son incontables, pero hoy nos centraremos en los que aporta a nuestro cerebro.
Veamos algo más sobre la dieta mediterránea y todos sus beneficios:
3¿Cuáles son sus beneficios?
Esta dieta, como todas, no deja de lado la importancia de combinar el ejercicio y la alimentación, dos factores bastante importantes para la salud. El primer beneficio, y el más lógico, de un buen seguimiento de la dieta mediterránea es el del control del peso, ya que este patrón de alimentación ayuda a regular la sensación de pesadez y es buena para la salud de órganos como los riñones o el corazón.
Como todo, esta forma de vida ha ido evolucionando e incluyendo nuevos alimentos y recetas, pero lo que no ha cambiado son los innumerables beneficios de la misma. No solo se trata de una dieta variada, sana y equilibrada, sino que su bajo contenido en grasas saturadas y azúcares, y su abundancia de vitaminas y fibra contribuyen a ser muy rica en elementos antioxidantes.
Un hábito que contenga esta dieta se ha asociado innumerables veces a menores índices de obesidad abdominal, la reducción del riesgo de diabetes, hipertensión, infartos o de accidentes cerebrovasculares. Se reduce en un 30% el riesgo de padecer diabetes tipo 2, y también mejora el desarrollo embrionario y fetal en las embarazadas.