Cromos y cartas coleccionables de tu infancia que ahora valen un pastizal

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Son muchas las personas que se dedican a hacer colecciones de lo más diversas. Los cromos y cartas que coleccionamos en nuestra infancia, ahora se han vuelto cosa de adultos y en el mercado de los coleccionistas pueden llegar a costar unos precios de escándalo.

Tanto si eres de los que conservan sus viejas colecciones de cromos y cartas y quieres echar un vistazo por si puedes vender alguno para cambiar de coche o dar la entrada para un piso. O si eres de los ávidos coleccionistas que quieres hacerte con las joyas más destacadas (o quizás tenerlos como un fondo de pensiones) este es tu artículo.

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Uno de los cromos más caros de la historia: 1954 Ted Williams

Topps es una empresa estadounidense fundada en el año 1938 que se dedica a fabricar chicles, dulces y artículos de colección, especialmente cromos de deportes americanos como el béisbol, el fútbol americano, el baloncesto o el hockey sobre hielo. En el año 1954 Topps decidió que Ted Williams, famoso bateador fuera el protagonista de la primera y la última carta. 

El que tiene un bonito fondo amarillo con la imagen al frente de Ted Williams sonriente y al fondo bateando y además incluye su firma es uno de los cromos más caros de la historia por el que se han llegado a pagar hasta 50.000 dólares.