En los últimos días, uno de los nombres que más se ha escuchado en ambiente del fútbol es el de Kylian Mbappé. Su magistral actuación ante el FC Barcelona, en un marco tan importante como la Champions League, fue tan deslumbrante y espectacular que todavía entrenadores, compañeros de profesión, dirigentes de clubes, periodistas y aficionados hablan de ella. El hat-trick que le endosó al equipo catalán lo encumbra, para los que todavía cometían el error de dudarlo, hasta el punto de convertirlo en un auténtico crack; además de que lo coloca como el heredero definitivo al trono que ostentan Lionel Messi y Cristiano Ronaldo como los mejores del mundo. Todo eso aumenta al realizar su impresionante presentación al frente del argentino, con lo que ya daba entender que el cambio generacional se estaba dando.
Eso es lo que se puede sacar del duelo individual, pero al observarlo como un todo quedó claro que el PSG superó al Barça gracias a su actuación como equipo. Sin embargo, esta fue posible gracias a Mbappé. En pocas palabras: la batalla de las estrellas de ambos conjuntos, la del equipo parisino sí dijo presente. Ante eso, después del choque las tendencias en las redes fueron obviamente el delantero galo y también Florentino Pérez. Desde hace mucho que se dice que Mbappé interesa al Real Madrid y por eso muchos madridistas se expresaron diciendo al mandatario blanco que era el hombre a fichar; porque con él harían lo mismo que los parisinos. El problema es que en el 2017 el francés pudo llegar al Madrid y el presidente blanco rechazó su fichaje por unos motivos que ahora parecen sin sentido. Un craso error que en la actualidad pesa mucho.
2Un precio demasiado elevado
Otro de los factores por los que el Real Madrid no dio el paso para adquirir a Mbappé fue lo elevado que saldría su fichaje; algo que parecía más estrastoférico si cabe al tener el francés solo 18 años. En las negociaciones con el Mónaco, el conjunto del principado sabía que tenía una verdadera perla, de esas que destacan hasta entre las joyas y que se ve una cada década, en su poder; por lo que no pensaban perderla a cualquier costo. El precio que le pusieron de salida fue el de 180 millones de euros, una cantidad que en ese momento el equipo merengue si hubiera podido pagar; pero Florentino Pérez lo consideró excesivo por un joven que apenas empezaba a lucirse en el fútbol mundial.
El PSG en cambio no vio ningún problema ni en su edad ni en su precio. No obstante, con la idea de evitar el Fair Play Financiero de la UEFA pactaron una cesión con una compra obligatoria al final de esa campaña (2017-2018) por esa cantidad de 180 millones de euros; la razón de eso es que no podían facturar la operación como un traspaso al haber pagado 222 millones de euros para llevarse a Neymar. Con los dos como fichajes hubieran excedido todos parámetros de la UEFA y los problemas se habrían dado; pero con esa cesión consiguieron armar los cimientos de un ataque que ya se ve es uno de los más temidos en Europa.