En los últimos días, uno de los nombres que más se ha escuchado en ambiente del fútbol es el de Kylian Mbappé. Su magistral actuación ante el FC Barcelona, en un marco tan importante como la Champions League, fue tan deslumbrante y espectacular que todavía entrenadores, compañeros de profesión, dirigentes de clubes, periodistas y aficionados hablan de ella. El hat-trick que le endosó al equipo catalán lo encumbra, para los que todavía cometían el error de dudarlo, hasta el punto de convertirlo en un auténtico crack; además de que lo coloca como el heredero definitivo al trono que ostentan Lionel Messi y Cristiano Ronaldo como los mejores del mundo. Todo eso aumenta al realizar su impresionante presentación al frente del argentino, con lo que ya daba entender que el cambio generacional se estaba dando.
Eso es lo que se puede sacar del duelo individual, pero al observarlo como un todo quedó claro que el PSG superó al Barça gracias a su actuación como equipo. Sin embargo, esta fue posible gracias a Mbappé. En pocas palabras: la batalla de las estrellas de ambos conjuntos, la del equipo parisino sí dijo presente. Ante eso, después del choque las tendencias en las redes fueron obviamente el delantero galo y también Florentino Pérez. Desde hace mucho que se dice que Mbappé interesa al Real Madrid y por eso muchos madridistas se expresaron diciendo al mandatario blanco que era el hombre a fichar; porque con él harían lo mismo que los parisinos. El problema es que en el 2017 el francés pudo llegar al Madrid y el presidente blanco rechazó su fichaje por unos motivos que ahora parecen sin sentido. Un craso error que en la actualidad pesa mucho.
1Florentino Pérez no quiso vender a Bale
Varias de las razones del porqué Mbappé no estaba ya en el Real Madrid se conocían de antemano, pero el periodista Antón Meana las desgranó una vez más en su intervención en el programa ‘El Larguero’, de la ‘Cadena SER’. La primera fue una que se mencionó en todos los medios en aquel tiempo: Florentino Pérez no quiso deshacerse de Gareth Bale para abrirle un hueco el francés que no quería llegar allí para ser suplente. Hay que recordar que en ese momento, el tridente de la BBC estaba en su apogeo y había ayudado al Madrid a ganar el doblete de Liga y Champions League en la temporada 2016-2017. Si bien Bale no había jugado desde el inicio la final en Europa ante la Juventus, en la que ganaron los blancos 1-4, aún era una pieza vital para Zidane y el presidente merengue.
Pese a que todavía era uno de los elementos claves del equipo, el galés era el que menos interesaba al entrenador francés. No obstante, al ser este una apuesta de Florentino Pérez, que llegó a verlo como el sucesor de Cristiano, pues no quiso escuchar nada sobre dejarlo ir. El chiste se cuenta solo, mal al ver que justo en esa temporada, la 2017-2018, comenzó el declive de un Bale que aunque sobresalió en la final ante el Liverpool de Champions League con su doblete, chilena incluida, ya era considerado un descarte para Zidane. Desde allí todo empeoró hasta su pobre campaña 2019-2020 y su cesión a un Tottenham que ya no lo quiere, con Mbappé luciéndose cada día más en el PSG para restregarle en la cara de los madridistas que la elección de su presidente fue la peor de todas.