La calidad del aire interior y la ventilación de los espacios cerrados se ha convertido en una de las grandes preocupaciones ante la situación sanitaria actual. La peligrosidad de los espacios interiores es una de las temáticas más comentadas y analizadas en los últimos meses y se intensificó, más aún si cabe, en semanas de bajas temperaturas e inclemencias meteorológicas adversas, cuando mantener las ventanas abiertas se vuelve más complicado.
En este punto es donde adquiere una gran relevancia el conocer la efectividad real de la ventilación forzada, ya que existen numerosos dispositivos en el mercado, pero pocos estudios al respecto. Las llamadas Centrales de Tratamiento del Aire funcionan como un ‘pulmón artificial’ que puede ayudar a evitar la transmisión de la Covid-19 en espacios interiores.
Este dispositivo de última generación aspira aire nuevo tomado del exterior, lo filtra y lo introduce tratado en la estancia. El aire contaminado de la estancia es mecánicamente expulsado al exterior a través de unas rejillas, lo que provoca una renovación continua de aire en el interior combatiendo el posible contagio por aerosoles.
La compañía Murprotec puso en marcha el pasado agosto un estudio de campo en el colegio La Salle La Paloma de Madrid con la finalidad de medir y testear la calidad del aire en un aula ventilada únicamente con la Central de Tratamiento del Aire -CTA-Murprotec- y las ventanas cerradas. Para el estudio se utilizaron dos aulas con la misma distribución, orientación y mismo número de alumnos. En una se llevaron a cabo los protocolos de ventilación natural indicados por las instituciones, mientras que en la otra aula se utilizó el citado dispositivo.
CUATRO MESES DE MEDICIONES
Tras cuatro meses de mediciones los datos han confirmado que la Central de Tratamiento del Aire, CTA-Murprotec, puede regular, minimizar y gestionar la calidad del CO2, humedad y temperatura dentro de los parámetros establecidos sin necesidad de abrir las ventanas del aula, confirmando una mejora en la calidad del aire de entre un 15 y un 35 por ciento, en comparación con el aula donde se ha estado ventilando de forma natural. El aula con el dispositivo también ha registrado un confort térmico estable de unos 18 grados.
«Sabemos que la ventilación natural es la mejor opción para obtener un ambiente interior saludable, pero la realidad es que esto plantea un verdadero dilema al llegar el invierno con la bajada de temperaturas y, sobre todo, en aquellas regiones más frías y lluviosas», señala Miguel Ángel López, director general de Murprotec en España y Portugal, quien añade que este dispositivo «puede ser muy útil para épocas de frío, pero también para los espacios que han sido habilitados como aulas debido a las ratios y que no cuentan con una ventilación adecuada».
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicó la Guía para la ventilación en aulas en la que deja claro que la ventilación natural es la mejor opción y debe ser la primera a tener en cuenta. Si bien este estudio explica que dicha ventilación puede no ser viable debido a condiciones meteorológicas adversas por lo que en estos casos aconsejan implementar ventilación forzada y/o purificación de aire.
CÓMO FUNCIONA ESTE DISPOSITIVO
La Central de Tratamiento del Aire de Murprotec se creó para combatir la humedad por condensación, que se produce cuando el vapor de agua supera un porcentaje en el ambiente del interior. Aunque el dispositivo está concebido para eliminar esta humedad, realmente su función principal es la de sanear el ambiente «viciado» del interior y la compañía entendió que podía ser una buena solución ante la actual situación sanitaria.
Este aparato aspira aire nuevo tomado del exterior, lo filtra e insufla forzado en el interior. El aire húmedo y contaminado del espacio es mecánicamente expulsado al exterior por unas rejillas de extracción de aire. Al generar una sobrepresión en el interior de la estancia, el aire se propaga en todo el volumen de la misma, lo cual permite que la CTA-Murprotec ventile y sanee el 100% del volumen interior y particularmente todos los lugares donde proliferan los mohos.
Este dispositivo puede implementarse en cualquier espacio. De hecho, por la patología de la humedad que elimina, su uso mayoritario es en viviendas particulares, donde hay más probabilidades de desarrollar condensación. En cualquier caso, la compañía sigue analizando las posibilidades de esta tecnología en el área de calidad del aire y ventilación en interiores ampliando estudios en otros colegios y centros públicos. Una herramienta tecnológica más para crear espacios más seguros frente a la Covid-19.