Irene Rosales no lo está pasando bien. Al fallecimiento de sus padres con pocos meses de diferencia se ha unido la guerra sin cuartel entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja, en la que ha sido señalada como una de las grandes culpables. Sobrepasada, y admitiendo que no puede con todo, la colaboradora confesaba hace unos días que tenía una depresión y tenía que ponerse en manos de un profesional.
Cansada de que se hable de los problemas de adicción que Kiko sufrió en el pasado, Irene estallaba hace un par de días, entrando en directo en «Sálvame» para «pegar un tirón de orejas» público a Anabel Pantoja y reprocharle su falta de apoyo a su primo y la defensa incondicional que hace de la tonadillera en todo momento.
Una Irene enfadadísima que pocas veces hemos visto y que demuestra que está harta de que Kiko esté en boca de todo el mundo, algo que no le viene bien para recuperarse anímicamente y volver a ser el que era.
Con los ánimos mucho más calmados, hemos preguntado a la colaboradora de «Viva la vida» si ha podido hablar con Anabel tras su intervención en «Sálvame» y si han podido aclarar las cosas. Una pregunta a la que, muy seria, Irene prefiere no responder. Con una cara que es el reflejo del momento por el que está pasando, la mujer de Kiko tampoco confiesa qué haría si Isabel Pantoja la llamase para intentar un acercamiento con su hijo. Algo que, por lo que parece, no va a suceder, por lo menos a corto plazo.