Después de un tiempo alejada de los grandes focos de la atención mediática, Arantxa Sánchez Vicario ha reaparecido con una extensa entrevista para el nuevo programa de Mamen Mendizábal: ‘Palo y astilla’. En un ambiente distendido y relajado, la extenista hizo un recorrido por su exitosa carrera profesional, pero también por algunos de los momentos más complicados de su vida.
La charla, llena de grandes titulares, nos ayuda a conocer un poco más cómo es la carrera de un deportista después de la retirada. Es especialmente interesante si la persona en cuestión es una profesional del calibre de Arantxa. La catalana no se cortó para hablar, entre otras cosas, del enfrentamiento con sus padres y de la separación de su marido, Josep Santacana.
3RELACIÓN ESPECIAL CON SUS PADRES
Arantxa Sánchez Vicario, que acabó teniendo una batalla legal con sus padres por el reparto de su fortuna, siempre tuvo una relación especial con ellos. Su madre, Marisa Vicario, era una especie de ‘sombra’ que le acompañó durante toda su juventud y crecimiento en el mundo del deporte: «Mi madre decide dejar de trabajar y viajar conmigo porque soy la pequeña, la niña. Mis hermanos, por su parte, viajaban y jugaban juntos, eran chicos. Para ella no fue fácil, cambiar el ritmo de vida y estar viajando todo el año«.
A pesar de los pesares, reconoció que sus progenitores siempre han estado a su lado, velando por su futuro personal y profesional, y que tenía un cariño especial a su padre: «Siempre estaba más con mi madre pero cuando mi padre venía, era bueno poder compartir con él. Los dos son diferentes, pero se entendían perfectamente y me daban sabios consejos. Sería injusto decir solo uno, los dos me entendían bien. Era la pequeña y mi padre me tenía devoción«.