La hiporexia es una alteración del apetito, la cual causa que la persona afectada pierda paulatinamente el hambre. En la mayoría de los casos ocurre por causas físicas, es decir, que cuando una persona reduce sus actividades físicas, como resultado su estómago demandará menos cantidades de alimento. Además de esto, el olfato y el gusto suelen verse afectados.
Hoy en día la hiporexia afecta a más de 8 millones de personas (entre el 50-60% de la población de ancianos) en España. Es complicado poder detectar esta afección, pues generalmente se suele asociar la pérdida del apetito con el envejecimiento.
Detectar la hiporexia
Una clara de señal de hiporexia es cuando hay una pérdida de peso no intencionada, cuando el plato sigue lleno y la comida sigue fría luego de un largo tiempo. Especialmente si se trata del platillo favorito.
Si bien con los años el cuerpo humano pierde algunas de sus funciones biológicas, entre una de estas es el apetito. ¿Pero cuándo se puede tomar como algo normal y cuando no?
Para detectar la hiporexia existen algunos métodos. Podrás comparar la cantidad de alimento que come en la actualidad a diferencia de lo que comía hace unos meses atrás. Otra cosa que puedes observar es la cantidad de bebida y comida que consume durante todo un día. Existen otros factores que puedes analizar en caso de que sospeches la presencia de hiporexia:
- Disminución de la cantidad de alimento.
- Pérdida de peso y masa muscular.
- Debilitamiento y cansancio.
- Rechazo o actitudes negativas hacia la comida.
Causas de la pérdida de apetito
Los especialistas señalan que la hiporexia está vinculada con la sarcopenia, que es como se le conoce a la pérdida de fuerza y masa muscular. Hoy en día se le atribuyen muchas causas a este trastorno alimenticio, solo se sabe que en se ha notado un incremento en los últimos años. Se cree que diversos factores pueden estar asociados a este padecimiento, como la cormobilidad, que es la presencia de más de una enfermedad a la vez. O la polifarmacia, que se genera por el consumo de diversos fármacos destinados a diferentes patologías.
Entre otros factores que pueden influir en el desarrollo de la hiporexia están los siguientes:
- El estrés, la tristeza, el nerviosismo y otras cuestiones psicológicas.
- El aislamiento generado por la pérdida de familiares y otros seres queridos.
- El ingreso involuntario a instalaciones hospitalarias o residencias.
- Enfermedades como el cáncer (páncreas, estómago, colon, ovarios)
- Los trastornos digestivos.
- La insuficiencia renal.
- La demencia senil.
- Algunos fármacos y medicamentos.
Como podrás ver son muchas las razones por la cual se puede manifestar la hiporexia. Lo más recomendado es que visites a un especialista cuando notes alguna disminución en el apetito o pérdida de peso de la persona.
Es fundamental comprender cuál puede ser la causa, de esta forma se podrá tratar su origen y así evitar cualquier riesgo aparente.
Consecuencias de la hiporexia
La falta de apetito puede traer consigo muchas consecuencias, una de ellas y la más frecuente es la desnutrición. Por consiguiente, una serie de complicaciones se pueden comenzar a desarrollar. En algunos casos los ingresos hospitalarios, aunque en el peor de los escenarios puede ocurrir la muerte.
La hiporexia puede empeorar en aquellos pacientes con otras enfermedades, ya que los no podrá ingerir los nutrientes que necesita su organismo para mejorarse y elevar sus defensas.
Por otra parte, los desequilibrios nutricionales también se deben a los cambios de alimentación. Es decir, se sustituye la dieta sana por otra más apetitosa pero menos nutritiva. Esto a largo plazo puede dañar la salud de la persona.
Tratamientos para la hiporexia
Para mejorar la pérdida del apetito existen algunos métodos que podrás emplear:
- Podrás comenzar a adoptar algunos hábitos, para ello deberás estar atento cuando el paciente tenga apetito. No importa si es fuera de los horarios regulares de comida, lo mejor es que te sientes a su lado mientras come: evitar que se distraiga mientras come y darle el tiempo que necesite para comer. Apóyalo en todo momento.
- Otro buen consejo es que cambies el contenido de la dieta, esto se debe a que la persona que padece hiporexia come en pocas cantidades, pero durante varias veces a los largo del día. Para aprovechar la situación podrás aumentar la cantidad de calorías y proteínas en las comidas. Un buen truco es implementar los caldos de carne o pollo, especialmente si han sido preparados con leche, huevos o queso.
- Prepara alimentos que sean fáciles de mascar y tragar, de esta forma no se le complica tanto comer.
- Evita que la comida esté muy caliente o muy fría, de lo contrario perderá las ganas de comer.
- Los suplementos nutricionales o proteicos también son una buena alternativa para mejorar la nutrición del paciente.
- Puedes comenzar a usar fármacos que estimulen el apetito, pero es recomendable que antes lo consultes con un especialista. Estos medicamentos son una buena alternativa cuanto los métodos anteriores no han funcionado del todo.
La hiporexia es una afección muy compleja, lo mejor es actuar a tiempo para detectarla y tener mucha paciencia durante el proceso de recuperación.