Los ETF son las siglas en inglés para Exchange-Traded Founds, o fondos cotizados como se les conoce en español. Estos son un vehículo de inversión y su política se basa en buscar replicar la forma en la que se comportan los activos que componen un índice bursátil. Estos pueden ser de renta fija, variable, materias primas, divisas u otro tipo de activos financieros.
Se pueden definir los activos financieros como un <<híbrido>>, esto se debe a que tienden a mantener similitudes con los fondos de inversión tradicionales, aunque también con las acciones. Los activos financieros tienen de la liquidez de las acciones y la capacidad de diversificación de los fondos. O sea que se tratan de instituciones de inversión colectiva o IIC, las cuales pueden ser cotizadas en la bolsa, pudiendo ser liquidadas y negociadas a tiempo real.
Estas son las características que los diferencian de los fondos clásicos, en los cuales el valor de liquidación no es establecido hasta que la sesión se haya cerrado. Por otra parte, en los ETF el valor liquidativo (teórico) puede variar de forma continua. Esto será según lo haga la referencia, así el inversor podrá comprar y vender en cualquier momento que lo desee.
En el caso de las acciones, la diferencia consiste en que los ETF (mediante una transacción única) invierten en una cartera diversificada.
Origen y evolución de los ETF
Originalmente el primer fondo cotizado en la historia fue SRPD en Estados Unidos, durante 1993, el cual fue referenciado sobre el S&P 500 (Standard & Poor’s 500). Desde entonces es uno de los índices bursátiles más importantes de los EEUU.
Desde entonces los ETF han evolucionado hasta el punto en el que participan en el tipo de inversiones. Sin importar si estos son minoristas o institucionales, aunque con un perfil arriesgado en algunos casos.
Tipos de ETF
Hoy en día hay una amplia variedad de ETF los cuales pueden operar en algunos aspectos más específicos, como los índices monetarios, los índices según capitalización, los índices renta fija, los índices nacionales, entre otros más.
Por otra parte, los ETF más populares son los que tienen como referencia a las bolsas más importantes de todo el mundo. O sea, aquellos que replican un índice de renta variable.
Pero los ETF inversos son diferentes a los demás, esto se debe a que trabajan de forma opuesta al indice que están referenciando. O sea, pueden ganar dinero cuando los índices descienden.
Ventajas de desventajas de los ETF
- Los fondos cotizados son sencillos de operar, solo será necesario poseer al menos una sola participación para así poder conseguir una cesta llena de valores diversificados. Esta cesta podrá replicar toda la evolución del mercado. Como resultado de esto se podrá obtener una rentabilidad que se podrá equiparar al mismo, pero sin los costes, el esfuerzo ni el tiempo que necesitará una compra y venta continua de las acciones que corresponden.
- Además de esto, si se comparan los fondos de inversión tradicionales, los ETF cuentan con una mayor liquidez. Eso se debe a que en cualquier momento se puede invertir o retirar la inversión de un ETF con total inmediatez, siempre y cuando esté dentro del horario de negociación bursátil. De igual forma se podrá garantizar al partícipe la máxima transparencia, para ello el mercado podrá calcular y difundir el valor estimado durante el periodo que dure la negociación. Así este podrá conocer cómo evoluciona la inversión que realizó.
- Generalmente los ETF son mucho más accesibles que los tradicionales fondos de inversión, ya que al tener un menor coste por no contar con comisiones, o son mucho menores. Sin contar que todos los participantes de un ETF de renta variable pueden obtener dividendos.
Aunque no todo es color de rosas, los ETF también cuentan con algunos aspectos negativos:
- Si bien los ETF cuentan con comisiones de gestión menores, aunque luego de cada transacción, existirá una comisión de compraventa. Esta última podrá variar según la entidad bancaria.
- Además de esto, a diferencia de los fondos cotizados tradicionales, las participaciones que tenga el ETF no podrán ser objetos de traspaso. Por consiguiente, en caso de que se deba hacer un cambio, se tendrá que vender el fondo cotizado, sumado al pago de la plusvalía y luego abrir un nuevo ETF, de esta forma se podrá pagar la comisión de compraventa.
Los ETF en España
El 4 de noviembre del 2005 se aprobó el reglamento sobre Instituciones de Inversión Colectiva (IIC), dicho reglamento contempla la negociación de ETF como una inversión.
Por consiguiente, a causa de la legislación MIFIDII, los brokers no podrán ofrecer ETF americanos debido a las exigencias de la Unión Europea. Aunque los que pueden ser contratados son los conocidos UCITS (Undertakings for the Collective Investment of Transferable Securities), las cuales son las instituciones de inversión colectiva que cumplen con la normativa y pueden operar de forma transfronteriza.
En la actualidad posible invertir en ETF mediante los brokers y el robo de advisors. Esto dependerá si se prefiere optar por la gestión personal de la cartea o conseguir algún gestor que se encargue de tomar las definiciones.