La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha afirmado que, tras la reunión que mantuvo la Ejecutiva nacional del partido este lunes, en la que se analizó el fracaso de Cs en las elecciones catalanas, se siente «más reforzada que nunca» para continuar en el cargo y seguir implantando el proyecto que inició hace un año cuando accedió a la presidencia.
«Me siento con el apoyo del partido», ha declarado Arrimadas este martes en rueda de prensa en la sede de Ciudadanos tras un encuentro del Comité Permanente. En este sentido, ha asegurado que tras la reunión del lunes –en la que varios dirigentes reclamaron cambios en la cúpula del partido por el resultado electoral del 14 de febrero en Cataluña– se siente «más reforzada que nunca, con más fuerzas y con más convencimiento de que hay que tirar para adelante».
Según ha explicado, «todos» en la Ejecutiva están de acuerdo en que «el partido tiene que seguir trabajando e implantando el proyecto» iniciado hace un año, cuando fue elegida como presidenta y sucedió en el cargo a Albert Rivera. Y otra «conclusión generalizada» que, según ha indicado, alcanzaron el lunes en la Ejecutiva nacional es que en Cs hay que «seguir sumando» y que «no es un problema de que sobre gente.
Sobre las peticiones de algunos dirigentes para que el vicesecretario primero y responsable de la campaña electoral en Cataluña, Carlos Cuadrado, sea relevado, Arrimadas ha zanjado la cuestión diciendo: «En el partido no vamos a ser menos, tenemos que ser más».
«Estoy ilusionada con este proyecto, seguimos trabajando», ha reiterado, añadiendo que los cambios que está impulsando en Ciudadanos «van a seguir» porque tanto esos cambios como el equipo que los está poniendo en marcha forman parte del proyecto con el que ganó las primarias en marzo del año pasado y que fue ampliamente respaldado por los afiliados.
APOYO «UNÁNIME» DE LA EJECUTIVA A CARRIZOSA
En cuanto al candidato a la Presidencia de la Generalitat, Carlos Carrizosa, ha destacado que el apoyo por parte de la Ejecutiva fue «absolutamente unánime» y que en ningún momento se criticó la decisión de designarlo como candidato en sustitución de Lorena Roldán, que había sido elegida en primarias.
Respecto al 14-F, la líder de la formación naranja ha insistido en que el principal error que cree que han cometido, constatado también por sus compañeros de la Ejecutiva, para perder más de 950.000 votos respecto a los comicios de 2017, bajando de 36 escaños en el Parlament a seis, es que no han sabido «volver a ilusionar» a los electores que les dieron la victoria hace tres años.
Aunque se ha propuesto solucionar este problema, ha admitido que no es sencillo determinar qué deben hacer para conseguirlo. De lo que se ha mostrado convencida es de que Ciudadanos «es más necesario que nunca», en Cataluña y en el resto de España, porque es «el único partido de centro, liberal, limpio, reformista, moderado y responsable».
A su juicio, muchos ciudadanos «se han cansado del bipartidismo» y, en cambio, se sienten identificados con las ideas que defiende Cs porque «no están en la dinámica de bloques» políticos y «no quieren todo el día la bronca».
Por ello, cree que ese espacio político existe y solo hay que lograr que en los próximos comicios esos electores no opten por la abstención. «Yo me siento más fuerte que nunca para seguir liderando este proyecto que estoy convencida de que es bueno para los españoles», ha subrayado.
HACE FALTA TIEMPO PARA RECUPERAR VOTANTES TRAS EL 10-N
Asimismo, ha resaltado que «toda la Ejecutiva está comprometida con seguir luchando por este partido» y que «la inmensa mayoría de las intervenciones» durante el debate del lunes «fueron de ilusión, compromiso, apoyo, fortaleza y reflexión sosegada».
Arrimadas ha señalado que la pérdida de confianza de muchos antiguos votantes de Ciudadanos no es algo que se haya producido en los últimos meses o en los quince días de la campaña electoral y tampoco se va a recuperar en unas semanas, sino que llevará tiempo.
En este contexto, ha recordado que asumió el liderazgo «en un momento muy complicado», con el partido «muy débil» tras la pérdida de 47 de los 57 escaños que tenía en el Congreso y la posterior dimisión de Rivera, y ha apostado por seguir consolidando la «nueva etapa» que ha comenzado quince años después de su fundación.
Sobre la posibilidad de modificar la estrategia de Cs, como han propuesto algunos integrantes de la Ejecutiva, la presidenta ha dicho que, desde que está en el cargo, lo que le guía a la hora de tomar decisiones es «hacer lo correcto», y por eso apoyó mantener el estado de alarma durante la pandemia del coronavirus, negoció los Presupuestos con Pedro Sánchez pese al rechazo que le genera su Gobierno y votó en contra del decreto sobre la gestión de los fondos europeos.
«Mi estrategia como presidenta es que mi partido haga lo correcto, y eso a veces da votos y a veces no da votos», ha manifestado, añadiendo que así seguirá actuando, sin mirar «la calculadora electoral», y defendiendo un proyecto político «de centro, moderado y liberal».
EN CIUDADANOS «SE DEBATE Y SE ESCUCHA»
Arrimadas ha apostado por «mirar hacia adelante», «aprendiendo de los errores con humildad» y escuchando las opiniones de sus compañeros de partido.
Según ha destacado, en Ciudadanos los líderes «dan la cara» ante un mal resultado electoral, «se habla, se debate y se escucha» y se hace «reflexión y autocrítica», al contrario de lo que cree que ocurre en otros partidos, donde los responsables «se esconden», las discusiones «se tapan» y se crean «cortinas de humo».
En cuanto a las críticas que algunos exdirigentes y exdiputados –como Juan Carlos Girauta o Marcos de Quinto– han vertido contra la dirección de la formación naranja, la presidenta ha dicho que no está pendiente de lo que se dice en Twitter. «No pierdo mucho el tiempo en seguir determinadas posiciones», ha comentado, añadiendo que está centrada en lo que cree que necesitan los españoles.
Así, ha expresado su preocupación, y de la Ejecutiva en general, por la «terrible» situación política en Cataluña, donde las fuerzas constitucionalistas han obtenido un resultado «nefasto» y los partidos independentistas vuelven a sumar una mayoría de escaños en el Parlament, saliendo así «reforzados» de unas elecciones a las que se presentaron «divididos y desnortados».
«Se avecinan años muy duros para el constitucionalismo» y por eso «no vamos a abandonar a los catalanes que han confiado en nosotros ni a los que se quedaron en casa, vamos a seguir siendo su voz y luchando por todos ellos», ha asegurado.