Este domingo se celebra el Día de San Valentín, y las aplicaciones de citas se han convertido en el principal aliado para conocer la media naranja ante las restricciones sociales impuestas para combatir la pandemia de Covid-19.
Esta forma digital de conocer el amor presenta riesgos, y las estafas románticas se clasificaron entre las diez principales categorías de fraude en 2020. Según la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), el número de estafas románticas casi se triplicó de 2015 a 2019.
Algunas de las estafas románticas más comunes son las de tipo ‘catfish’ o ‘honey trap’, que se llevan a cabo a través de las citas románticas. Los delincuentes chantajean con el ‘juego del tejón’ o ‘badger game’, se hacen pasar por personal militar o generan confianza para luego pedir dinero o incluso que el usuario mueva el dinero de otra persona, como ha alertado en un comunicado la compañía de soluciones de seguridad WatchGuard Technologies.
Suelen dirigirse a hombres y mujeres por igual, pero se centran en personas que parecen estar solas, carecen de confianza y que son mayores o están divorciadas. Esto hace que el día de San Valentín sea un momento atractivo para los ‘catfishers’.
«Cuando se busca esa conexión amorosa, es fácil bajar la guardia, especialmente cuando uno se comunica digitalmente durante una pandemia», ha afirmado Corey Nachreiner, CTO de WatchGuard Technologies.
«El Better Business Bureau ha informado que hasta uno de cada siete perfiles de citas online son realmente falsos», ha alertado Nachreiner, que asegura que «todas estas estafas de ‘catfish’ supuestamente le cuestan a los estadounidenses más de 475 millones de dólares al año».
SEÑALES DE ALARMA
La compañía de ciberseguridad ha compartido una serie de señales de alarma que indican que el usuario podría estar siendo víctima de ‘catfishing’ o ‘honey trapped’.
Durante las citas digitales, es recomendable que el usuario se haga estas preguntas: ¿La oferta es demasiado buena para ser cierta? ¿Esa persona profesa rápidamente fuertes sentimientos emocionales? ¿Es una persona extremadamente atractiva? ¿Pide dinero? ¿Quieren saber rápidamente mucha información personal? ¿? ¿Son de otro país pero quieren visitarle? ¿Hacen promesas y no las cumplen? ¿Sus mensajes tienen una gramática pobre? Si los investigas en las redes sociales, ¿tienen una huella pequeña o liviana? ¿No están dispuestos a hacer vídeos en directo? ¿Sus imágenes rara vez incluyen a otras personas en ellas?
En caso de que la respuesta a alguna o varias de estas preguntas se a afirmativa, el usuario podría estar sufriendo ‘catfishing’.
Algunas formas básicas de protegerse de los ‘catfishers’ este San Valentín pasan por, en primer lugar, no compartir ninguna información personal ni fotos, especialmente las privadas. Es importante no enviar información que coincida con las preguntas de recuperación de contraseñas en las cuentas.
La compañía de ciberseguridad recuerda la importancia de no enviar nunca dinero a un desconocido ‘online’. Si comparten imágenes, se recomienda hacer una búsqueda inversa de imágenes para averiguar si se utilizan en otras estafas.
Combatir a los ‘catfishers’ es posible realizando preguntas muy enfocadas que requieran conocimiento local. «Y, por último, en caso de duda, aléjate y sigue adelante», ha concluido el CTO de WatchGuard Technologies.