El holter es un dispositivo electrónico que registra y almacena el electrocardiograma del paciente durante al menos 24 horas de forma ambulatoria, que suele emplearse en pacientes con sospecha de arritmia cardíaca o para diagnosticar una isquemia (falta de riego sanguíneo) del músculo cardíaco.
Ya a mediados del siglo pasado, Holter diseñó un sistema portátil que permitía registrar el electrocardiograma de quien lo portaba transmitiendo la señal a distancia. El problema es que aquel dispositivo pesaba más de 30 kilos, por lo que el biofísico continuó perfeccionando la técnica reduciendo de tamaño el sistema hasta dar como un diseño muy parecido al actual.
¿Cómo funciona?
El médico coloca en el tórax del paciente varios electrodos que están conectados a una grabadora digitalizada del tamaño de un teléfono móvil, después, el paciente mantiene su actividad normal durante ese día, ya que el examen se realiza de forma ambulatoria y una vez transcurrido el tiempo de registro entre 1 o 2 días, regresa a la consulta, se retira el dispositivo y el médico descarga los datos que ha recogido la grabadora en un ordenador. El cardiólogo obtiene de ellos información muy útil sobre la frecuencia cardíaca las alteraciones del ritmo y posibles trastornos por alteraciones del flujo coronario, que ayudan hasta para evitar un síncope.
Es importante que durante el tiempo que el paciente esté monitorizado mantenga su rutina cotidiana sin limitaciones, ya que el objetivo es ver cómo se comporta el corazón durante su actividad normal para así percibir si existe algún síntoma durante el tiempo que lleva el Holter, como palpitaciones, latidos irregulares, mareos o dolor en el pecho, conviene que apunte la hora y traslade la información a su médico. Esto permitirá al médico relacionar síntomas con los datos encontrados en el registro de 24 horas.
Cuando los síntomas son poco frecuentes, el Holter convencional tiene una eficacia limitada, ya que el periodo de registro puede no coincidir con el momento en que se manifieste ese síntoma concreto y son en estos casos se utiliza un Holter implantable subcutáneo, de tamaño más pequeño y que se coloca bajo la piel mediante anestesia local. Tiene dos placas en su superficie que actúan a modo de electrodos, registrando así una derivación del electrocardiograma y almacenando de forma continua la actividad eléctrica del corazón en una memoria.
Al paciente se le proporciona un activador externo o pulsador y tendrá que activar o pulsar en el caso de presentar síntomas (como palpitaciones, latidos irregulares, mareo, dolores, entre otros), algo que se puede presentar hasta por la contaminación del tráfico. En ese momento se graba la información del electrocardiograma para que cuando el paciente acuda a la visita con el cardiólogo este pueda recoger la información del dispositivo.
De esta manera, lo que se consigue es que se pueda establecer una relación entre los síntomas que presenta el paciente y las alteraciones que puedan aparecer en el electrocardiograma durante esos episodios, sabiendo si la causa de los síntomas son arritmias y, en caso de que las haya, tratarlas convenientemente. La duración del holter implantable es de aproximadamente 12 meses, con la posibilidad de realizar hasta 400 activaciones del botón.
¿Cuándo se realiza un holter cardiaco?
Normalmente la realización de estos procesos para el monitoreo del corazón se realiza si se cumplen éstas condiciones:
- Personas en las que se sospecha que pueda existir algún tipo de arritmia que aparece de forma pasajera y no se detecta en el momento de realizar un electrocardiograma.
- En los casos en los que se desea saber si a lo largo del día tienen algún episodio de falta de riego al corazón.
- Pacientes que reciben un determinado tratamiento para comprobar si es eficaz a la hora de controlar las alteraciones en el ritmo o en la frecuencia cardiaca o los episodios de falta de riego.
¿Cómo debe prepararse el paciente para un holter cardiaco?
Normalmente no se requiere ninguna preparación especial, ya que se debe indicar al médico todas las medicinas que se están tomando, durante el día de prueba el paciente se le indique que no puede ducharse, por lo que es conveniente que se duche el mismo día que se lo va a colocar, no es conveniente ni mucho menos recomendado llevar objetos metálicos encima (collares, pulseras, sujetadores con aros metálicos) dado que pueden interferir con el registro, entonces es aconsejable llevar ropa suelta.
Holter continuo, procedimiento
El paciente suele acudir a la consulta médica para ser atendido por un especialista, el cual le pedirá desnudarse de cintura para arriba y se le colocan unas “pegatinas” en varias zonas del pecho, en algunas ocasiones, si hay mucho pelo, puede ser necesario rasurarlo para que las “pegatinas” peguen bien, entonces esas “pegatinas” van unidas mediante unos cables a un aparato del tamaño de una cajetilla de tabaco que generalmente se sujeta en el cinturón o se coloca en bandolera.
El paciente debe volver para la retirada del dispositivo a las 24, 48 o 72 horas de su implantación y se le solicita al paciente que anote diversos acontecimientos si le suceden (presencia de dolor, mareo, etc.) para relacionar los síntomas con posibles alteraciones en el registro. También se le suele solicitar que anote las horas de la comida, del ejercicio, la hora de acostarse, tampoco es conveniente permanecer cerca de aparatos eléctricos durante el registro, si una “pegatina” se despega se debe intentar volverla a colocar en el mismo lugar.
Registros intermitentes
Depende del tipo de aparato. En algunos casos se trata de un dispositivo similar al Holter continuo, que solo se activa por el paciente apretando un botón cuando percibe algún síntoma. En otras ocasiones se trata de un dispositivo que se lleva en el bolsillo y cuando el paciente nota alguna molestia se coloca el dispositivo en el pecho y lo activa.
la inclusión de un sensor de movimiento triaxial que es la que se encarga de registrar la actividad física del paciente, y en el examen y procesamiento de software, extrae tres estados de movimiento: dormir, ponerse de pie o caminar. Algunos dispositivos modernos también tienen la capacidad de grabar una entrada de diario de pacientes vocales que puede ser escuchada más tarde por el médico. Estos datos ayudan al cardiólogo a identificar mejor los eventos en relación con la actividad y el diario del paciente.