El juego es, desde hace muchos años, una forma de entretenimiento para parte de la población. El riesgo que genera nos hace producir adrenalina y eso, en cierto modo, engancha a quienes lo practican. Pero no es lo mismo apostar de manera puntual y por diversión que hacerlo por adicción. El juego patológico es un trastorno que figura entre las adicciones de tipo comportamental en las clasificaciones médicas y psicológicas. Es contra este tipo de prácticas con las que hay que tener una especial atención, especialmente con los más jóvenes de la casa.
Y es que el jugador patológico se olvida por completo de cualquier tipo de responsabilidad que tenga para con él mismo o su familia. Todo lo que gana lo suele dejárselo en el casino, bien sea físico u online. Por lo tanto, es muy importante que es persona intente solucionar cuando antes este problema. Pero ¿cómo hacerlo?
3CONSEJOS PARA DEJAR EL JUEGO: EVÍTALO
Es una obviedad, claro, pero el primer consejo para dejar el juego pasa, lógicamente, por evitar la tentación. Para ello, intenta no pasar cerca de casinos, hipódromos o cualquier otro espacio habilitado para el juego. Cuando el jugar patológico ve uno de estos sitios siente una necesidad irrefrenable de apostar, así que lo mejor para ellos es intentar ni acercarse a estos lugares.
Asimismo, no se pueden provocar conductas que acaben incitando al juego. Esto es, si sabes que cuando bebes te calientas y acabas apostando, no lo hagas. El autocontrol es básico para superar esta afección, y las malas compañías tampoco ayudan. Si sabes que con Fulanito le gusta mucho el juego y puede influirte negativamente, no te vayas con él.