Es una realidad. En España cualquier ocasión es buena para sentarse alrededor de una mesa y disfrutar de una buena comida. Y San Valentín no iba a ser una excepción. El 14 de febrero es el Día Internacional del Amor y una excusa más para reservar en el mejor restaurante de la ciudad. De hecho, el pasado San Valentín, el gasto en hostelería supuso el 61% de las transacciones relacionadas con este día, como refleja un informe de Mastercard Love Index. Esto no es de extrañar y el refranero español lo deja claro: ¡se conquista con el estómago! Y qué mejor forma que hacerlo con croquetas.
Hablar de la gastronomía española en su conjunto es complicado. El clima, la historia y las diferentes costumbres culinarias dentro del país han hecho que el recetario español sea la suma de muchas comidas típicas regionales, haciéndolo aún más extenso. Pero hay un factor común: ¡a los españoles les encantan las croquetas!
Por eso, Oído Cocina Gourmet -el principal distribuidor y proveedor de croquetas gourmet a particulares y al sector Horeca de Madrid- ha realizado un viaje gastronómico por cada una de las Comunidades Autónomas para descubrir con qué croqueta enamorar en cada una de ellas. ¡Qué nadie se ofenda! Van por orden alfabético porque por apetecibles no se podían elegir:
Croquetas de camarones. Cuando se escucha Andalucía, la cabeza se inunda de imágenes de la Feria, «rebujito», trajes de flamenca, «pescaíto», guisos, aceite de oliva y ¡camarones!. Con un buen sofrito de cebolla, ajo y perefil, harán que cualquier andaluz se derrita de amor.
Croquetas de ternasco. ¿Quién quiere conquistar Aragón? La carne de codero joven denominada Ternasco, es una de las más representativas de la cocina aragonesa. Son perfectas para aquellos que no tienen demasiado tiempo para pasar por la cocina, ya que solo necesitan 20 minutos para conseguir unas croquetas muy sabrosas: tiernas por dentro y crujientes por fuera.
Croquetas de cabrales. ¡Puxa Asturies! El cabrales es un tipo de queso azul que se madura en las cuevas naturales de los Picos de Europa, donde la temperatura oscila entre 8 y 12 °C con una humedad relativa del 90%. Unas croquetas sabrosas capaces de conquistar a los homes y les muyeres de Asturias.
Croquetas de sobrasada. Y viajando a Baleares nos encontramos con la sobrasada, un embutido rico y cremoso que hace que la bechamel quede sin tropezones consiguiendo que el sabor esté uniformemente distribuido… En Formentera se dice que no hay verano sin beso, pero lo que está claro es que… ¡no hay beso sin croquetas de sobrasada!
Croquetas de almagrote. Canariones, Chicharreros, Palmeros, Conejeros* aterrizamos en Canarias para conocer una de las recetas más típicas y que hará que cualquier canario se enamore: las croquetas de almagrote. Se preparan con queso viejo canario y mojo rojo. Cualquiera cogería el primer vuelo disponible por comer una.
Croquetas de gachas. ¿Sabías que Castilla La Mancha se conoce como «tierra sin agua»? Quizás es verdad, pero las croquetas de gachas manchegas provocan que se haga la boca agua. Solo es neceasrio harina de almortas, chorizo y panceta para conquistar las cinco provincias.