La proyección de La Casa de Papel, a través de Netflix, ha convertido a la ficción nacional en una de las series más exitosas y seguidas de su catálogo. Formando parte del Top 10 más reproducidas dentro de los dominios de la Gran N del servicio en streaming.
El profesor (Álvaro Morte), Lisboa (Itziar Ituño), Denver (Jaime Lorente), Estocolmo (Esther Acebo), Berlín (Pedro Alonso) … son muchos los actores cuya fama ha sido catapultada a la estratosfera gracias a La Casa de Papel, la serie del momento. Entre ellos, y uno de los más jóvenes en destacar: Río (Miguel Herrán).
Es con Miguel Herrán con quien tiene que ver el importante dato que debemos contarte. Además de protagonizar ese antes y después de su cambio físico, que ya nos ha ido compartiendo estos últimos meses en sus redes sociales. El rumbo de la quinta temporada de La Casa de Papel apuntaba hacia un trágico final. En especial para Tokio, quien podría sacrificarse. Pero, ¿sabías que la sangre de Río también podría ser derramada? Mejor te lo contamos en profundidad más adelante.
3Río no sería el único personaje al que le aguarda la muerte
El personaje de Miguel Herrán no sería el único al que le auguran un trágico final. Recientemente aquí, en el diario, Tokio fue nuestra protagonista. Tratamos algunas teorías sobre el por qué es ella la narradora de la historia en La Casa de Papel. Y, además, sobre a quién se la cuenta. Te dejamos el artículo por aquí adjunto.
Muchos de los fans piensan que no es probable. Dicen de ella ser un disparate. Pero tenemos que advertirte que es un recurso ya utilizado. No sería la primera vez que sucede algo así en la historia del cine. Y en cierto modo, nos parece interesante. Por ejemplo, algo similar a lo que ya nos contó William Holden en El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950). Es decir, Tokio encontraría la muerte en la quinta temporada de La Casa de Papel. Una narradora omnisciente, desde el más allá.
“Profesor, siempre ha sido mi ángel de la guarda. Ahora es mi turno”. Fue una de las últimas frases pronunciadas por el personaje de Úrsula Corberó en la cuarta temporada. Algo que podría ser considerado un auténtico presagio. Alegando que pronto llegaría la hora de su sacrificio.