Tenemos una batalla diaria en contra de la alarma que no conoce límites. En cierta forma, todos en algún momento le hemos cogido muchísima ira al despertador y no queremos que suene; es el momento de levantarnos de la cama para ir a trabajar o hacer cualquier otra actividad importante.
Es habitual que caigamos en la tentación de posponer al menos 10 minutos para seguir en el sueño, otros sí pueden despertarse justo al sonido, algunos lo hacen antes. Sin embargo, lo que más prolifera en los actuales momentos es el grupo de personas que se regalan más tiempo en el añadido con el objetivo de descansar. Pese a ello, no sería recomendable y ya te diremos los motivos vinculantes.
7No habrá calidad en el sueño al posponer la alarma
Mientras más pospongas la alarma para despertarte el problema se volverán más intenso. Una vez apagas la alarma el cerebro dará comienzo otro ciclo de sueño y así sucesivamente cuantas veces lo hagas.
Lo cierto, es que, no es la mejor forma para que inicies el día. Si deseas tener un rendimiento óptimo, esta acción es la que está perjudicando, por el simple hecho de que el cuerpo organiza en cierto modo los ritmos circadianos del sueño y sus procesos de vigilia lo realiza de manera gradual.
En este sentido, los cambios tan bruscos en los tiempos que alargas para dormir se convierten en un despertar muy negativo donde no tendrás calidad, al romper de manera drástica el ciclo que deberías cumplir de 8 horas como necesario.