Vamos a hacer una receta de Mousse de fresas, ya que llega San Valentín y tú todavía sin saber qué postre vas a hacer. Quizás la tarta de corazón es demasiado elaborada o cursi para realizarla. Así que puedes salir del paso con un este rico plato que da un resultado genial y se puede hacer con muy pocos ingredientes. Además, que tampoco vas a tardar nada de tiempo en hacerlo. Seguro que a tu pareja le encanta el mousse, así que a por ello.
Con este plato vas a hacer que este sea su postre favorito y te lo pida más veces. Vamos a aprovechar las fresas que hay por el mercado y con tres ingredientes más, saldrá un plato muy pintón. Lo importante en una mousse es que quede esponjosa y dulce. Pero no demasiado dulce, ya que corremos el riesgo de que quede empalagosa. Hay que saber darle ese toque justo y preciso. Por eso, sigue los pasos que te vamos a dar al pie de la letra y conseguirás triunfar. Sabemos que la fresa ahora no está de temporada, pero no te vas a quedar sin hacer este capricho por eso, vamos a ver qué necesitamos.
4Montaje y presentación
Con la nata montada y la gelatina casi hecha, vamos a pasar a preparar las fresas para nuestra mousse de fresas. Lavaremos y cortaremos la fruta y ahora las pondremos en un vaso. Debemos triturarlas con la batidora y meterlas al frío hasta que la gelatina esté lista.
Cuando ya la gelatina esté en su punto, cogeremos las fresas trituradas y las colocaremos donde la nata montada. Posteriormente cogeremos el recipiente donde está la gelatina y pondremos la batidora de varillas. La desharemos batiendo un poco.
Ese contenido debemos echarlo en donde las fresas y la nata. Esto va a hacer que se genere una textura bastante esponjosa y aireada. Debemos ir removiendo con mucho cuidado y movimientos envolventes. Así evitaremos que la nata se baje.
La mezcla la iremos sirviendo en los vasos en donde la vayamos a servir. Aconsejamos usar recipientes pequeños, mejor que vasos de yogur. Lo meteremos al frigorífico durante unas 2 horas y lo sacaremos a la hora de la cena.