Un nuevo estudio sobre mujeres embarazadas en Tanzania ha mostrado que el tratamiento antirretroviral de por vida también parece prevenir la transmisión viral de la madre al bebé. Los resultados del estudio, realizado en parte por investigadores del Karolinska Institutet de Suecia y publicado en la revista ‘Lancet HIV’, suponen una prometedora contribución al trabajo en materia de prevención del VIH en países de ingresos bajos y medios.
Hace poco más de ocho años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió unas recomendaciones conocidas como Opción B+ para una prevención y un tratamiento más sencillos y eficaces del VIH durante y después del embarazo en los países de ingresos bajos y medios.
Una de las ramas del programa de la Opción B+ consistía en garantizar que las mujeres embarazadas con VIH comenzaran a recibir un régimen de medicamentos antirretrovirales de por vida, el TAR, lo antes posible durante su embarazo. La Opción B+ supuso un importante avance en la prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo.
La intervención antirretroviral de por vida también puede proporcionar una protección eficaz contra la progresión a un estado más avanzado del VIH y la muerte prematura, y prevenir la posterior infección de las parejas y los futuros hijos. Sin embargo, hasta la fecha, la investigación sobre cómo afecta el tratamiento a los niveles virales a largo plazo en mujeres embarazadas con VIH en países de ingresos bajos y medios con una alta carga de VIH ha sido escasa. Según las cifras de ONUSIDA de 2019, el 4,8 por ciento de la población tanzana de entre 15 y 49 años, es decir, 1,7 millones de personas, vive con el VIH.
El estudio, que se llevó a cabo en Dar es Salaam, la ciudad más grande de Tanzania, incluyó datos de pacientes de 10.161 mujeres embarazadas con VIH que habían comenzado el tratamiento antirretroviral en el programa Opción B+ para prevenir la transmisión viral a sus bebés por nacer.
En el momento de la recogida de datos, el 5,9 por ciento de las mujeres embarazadas de la ciudad que iniciaban la atención prenatal eran seropositivas. Alrededor de un tercio de las participantes en el estudio tenían la enfermedad del VIH en estado avanzado.
Los investigadores midieron el nivel de VIH en la sangre de las mujeres para medir la eficacia del tratamiento antirretroviral a lo largo del tiempo. Los datos se recopilaron entre 2014 y 2016, y las mujeres fueron controladas hasta cuatro años.
Los resultados mostraron que hasta el 90 por ciento de las mujeres en estudio habían suprimido los niveles virales hasta cuatro años después de iniciar la atención de la Opción B+. En otras palabras, parece posible que se pueda alcanzar el objetivo de la OMS de eliminar la transmisión de la madre al bebé.
«Nuestro estudio confirma los beneficios sanitarios duraderos de la terapia antirretroviral de por vida para las mujeres que siguen la Opción B+ durante el embarazo y, por tanto, también para sus bebés», afirma Goodluck Lyatuu, primer autor del estudio, médico y estudiante de doctorado del Departamento de Salud Pública Global del Karolinska Institutet.
«Los resultados también señalan algunos otros retos importantes a la hora de obtener todos los beneficios a largo plazo de la Opción B+. Por ejemplo, centrarse en algunos subgrupos de mujeres, como las madres jóvenes, las madres que comienzan la atención prenatal tarde durante el embarazo y las madres con VIH avanzado», remacha.