La Generalitat ha decidido prorrogar todas las restricciones actuales hasta el 1 de marzo, con el objetivo de mantener la tendencia a la baja del virus que se atisba en los últimos días en la Comunitat Valenciana, aunque los fallecidos siguen rondando el centenar cada día.
Así lo ha anunciado el ‘president’, Ximo Puig, en rueda de prensa a última hora de este jueves tras la comisión interdepartamental COVID-19. Con este nuevo aplazamiento, las medidas se amplían del 15 de febrero al 1 de marzo.
Puig ha confirmado que «todo continuará igual los próximos días hasta el 1 de marzo» porque «aún no estamos por relajarnos». «Es momento de apretar los dientes» y «hacer esfuerzos suplementarios», ha rogado, para garantizar que las restricciones durarán solo el tiempo que sea necesario y «ni un día más», porque es «un gran sacrificio que afecta a nuestra vida cotidiana, a los derechos y generan situaciones injustas» que se intenta compensar con el plan ‘Resistir’.
Entre las medidas vigentes destacan el cierre total de la hostelería y centros deportivos y el del comercio no esencial a las 18 horas o el perimetraje de las ciudades de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana.
Como balance, el ‘president’ ha reconocido que el «gran esfuerzo realizado por la sociedad valenciana en las últimas dos semanas ha traído resultados esperanzadores», y que, incluso, las restricciones «están funcionando de manera más rápida» de lo que podían esperar. Estamos mejor pero aún no estamos bien», por lo que «queda mucho camino para salir de esta zona crítica en la que aún nos encontramos.
En cifras, ha resaltado un descenso del 39% en las hospitalizaciones durante las últimas dos semanas hasta menos de 3.000, una reducción del 49% de la incidencia acumulada hasta 777 positivos por cada 100.000 habitantes –«la mitad del pico al que llegamos»– y que en la última semana las altas «casi tripliquen» los nuevos contagios. A esto se suma que la caída de la incidencia en las ciudades perimetradas ronda el 40%.
«NO TODOS LOS DÍAS SON IGUALES»
Ximo Puig, en este escenario, se ha dirigido a «todas las personas que con razón acusan la fatiga pandémica» y «están cansadas» porque «piensan que todos los días son igual». «No todos los días son iguales», ha recalcado, porque a finales de enero había 75.000 valencianos con COVID y en la actualidad son 42.000 y en 17 días hay 2.000 hospitalizados menos.
El objetivo, ha insistido, es proteger a familiares, amigos y «a todas las personas» mediante dos semanas más de limitaciones. Y es algo que ha justificado por las recomendaciones de los expertos, por la advertencia que la OMS ha lanzado a España este mismo jueves y sobre todo por los muertos de cada día, 106 en el último recuento y «el doloroso recuerdo de la magnitud de esta tragedia humana».
«Son decisiones difíciles y que en ningún caso nos gustan, porque generan situaciones de dolor y falta de libertad, pero tenemos que ser conscientes de lo que es más importante. No podemos relajarnos, no sería responsable», ha aseverado, y ha agradecido la comprensión de los valencianos porque «juntos lo superaremos».
En la rueda de prensa, preguntado por la afirmación de Fernando Simón de que la Comunitat va a muy buen ritmo, ha descartado que sea únicamente por el cierre total de bares y restaurantes, sino por el conjunto de medidas y «la atmósfera que se crea de corresponsabilidad».
RECHAZA UNA REAPERTURA RÁPIDA Y «SIN PRUDENCIA»
Ahora bien, Puig ha hecho hincapié en que la Generalitat todavía no ha abordado cuándo se podrá producir la relajación de las restricciones. «Lo que no puede ocurrir es una desescalada rápida, inminente y sin prudencia», ha avisado, aunque quiere hacerlo de manera consensuada con los sectores afectados y estudiarlo durante estas dos semanas teniendo en cuenta lo que hacen otros países.
Entonces, sobre qué tiene que pasar para que el 1 de marzo no se vuelvan a prorrogar los cierres, ha sostenido que «más que un dato en concreto» tendrán en cuenta la tendencia más allá de la Comunitat, así como «ver cómo avanza la nueva cepa» y todos los estudios. «No estamos en condiciones de pensar que podemos relajarnos, se trata de cumplir y tener el menor contacto social posible», ha reiterado.
Dicho esto, el presidente valenciano ha reconocido que le gustaría que en 15 días se dieran los indicadores para poder empezar a desescalar porque, ha lamentado, todas estas decisiones son muy difíciles. Y ha apostillado: «Todo lo que hagamos para reducir la socialización es la mejor receta para superar la pandemia».