- Tradición, elegancia y temporalidad vuelven a marcar el primer cambio de carta de Saddle tras recibir su primera estrella Michelin. Así, el chef Adolfo Santos convierte en protagonistas productos estacionales tan selectos como los guisantes de costa, la trufa negra, el foie, las angulas o el pato azulón.
- La carta de cócteles, diseñada por el bartender Alberto Fernández, también presenta novedades, inspirada en la mixología clásica de aperitivo y con un claro homenaje a la tradición madrileña.
Saddle, el clásico contemporáneo de la restauración madrileña y enclave de visita obligada para los amantes de la alta gastronomía – tal y como reconocía la Guía Roja el pasado 14 de diciembre al concederle su primera estrella -, está de estreno y presenta su nueva carta. Una propuesta que, como ya viene siendo tradición en el restaurante, es una invitación a disfrutar del producto de temporada más excelso y en su momento óptimo.
Así, fiel a la filosofía y los valores de Saddle, el chef Adolfo Santos vuelve a construir su propuesta sobre tres pilares fundamentales: tradición, elegancia y temporalidad. De este modo, el mejor producto de la nueva temporada se convierte en el absoluto protagonista de una carta de raíces clásicas contemporáneas que incorpora elaboraciones de altura como los guisantes de costa con butifarra de rabito ibérico, espardeñas y trufa negra; las angulas con yema curada y bilbaína emulsionada; las lentejas con guiso de setas y foie; la dorada salvaje con bullabesa, mejillones y azafrán; el rodaballo con toques cítricos y salsa bearnesa; el solomillo Rossini, turnedo, brioche, foie y trufa negra; el pato azulón Sauternes, manzana y späetzle; o el foie a la Poêle con salsa de escabeche, salteado de berza y garbanzos al Pedro Ximénez.
Menú degustación
En palabras del propio Adolfo Santos, “siempre es emocionante e ilusionante presentar una nueva carta y mostrar por fin a nuestros clientes el trabajo de meses buscando el mejor producto para cada estación y creando platos que sigan sorprendiéndoles. Este cambio de carta además es especial por ser el primero que llevamos a cabo tras recibir nuestra primera estrella Michelin”. Con una propuesta inspirada en las raíces clásicas y contemporáneas, este cambio de carta es una muestra más del compromiso que el restaurante asumía desde su apertura: poner sus fogones al servicio de la temporalidad. Así, su carta está en constante evolución, cambiando casi por completo con la llegada de cada estación para incorporar el producto más exclusivo en cada temporada.
Por ello, quienes busquen hacer un recorrido completo por la propuesta gastronómica del restaurante, tienen la posibilidad de disfrutar de su menú degustación: el Menú Estaciones, una auténtica oda a la temporalidad que consta de diez pases, ocho de ellos salados y dos dedicados a su carta dulce. Además, el restaurante cuenta con dos armonías, la armonía Estaciones y la Non Plus Ultra, especialmente diseñadas por Israel Ramírez para acompañarlo.
Coctelería de altura
Tras ser reconocido con el premio a Mejor Coctelería de Restaurante en la última edición de FIBAR, esta temporada también presenta una renovada carta de cócteles. Bajo la dirección de Alberto Fernández, Bar Director Saddle, el restaurante estrena una propuesta inspirada en la mixología clásica de aperitivo y que hace un claro homenaje a la tradición madrileña. Para ello, se ha buscado en todo momento la mejor manera para extraer los sabores y sorprender.
En este sentido, desde la barra de Saddle se sigue apostando por técnicas como la redestilación, así como por la sostenibilidad a través de pequeños productores y el kilómetro cero y el ‘Zero Wasted’, utilizando ingredientes que perduran más en el tiempo y que habitualmente son menos utilizados, como la pimienta blanca o la cebada tostada.
Servicio de sala impecable
Tal y como apunta Fernández, “en esta nueva carta se encuentran guiños al Perfect Manhattan de New Orleans en el cóctel ‘Del Diego’, una creación que es en sí misma un pequeño reconocimiento en forma de cóctel a este bar de Madrid. También hemos recuperado nuestra propia versión del Garibaldi, con el que homenajeamos al Café Gijón y que está siendo un auténtico Best Seller en Nueva York. Además, estrenamos clásicos como el Fizz o el Raspberry Collins, con soda a base de fruta fermentada. Todos ellos se suman a muchos de los clásicos de Saddle que nos han granjeado el reconocimiento como Mejor Coctelería de Restaurante 2020 en FIBAR”.
Junto a estas novedades, mantendrá su peso en la experiencia del restaurante el servicio de sala, liderado por Stefano Buscema, que envuelve al comensal en cada visita en una ceremonia única y que ha convertido la sala de Saddle en una de las más reconocidas de España junto con su bodega, que dispone de más de 1.400 referencias seleccionadas por el sumiller Israel Ramírez, en una búsqueda incesante de la excelencia, el respeto por el entorno y el arraigo por la tradición.
Medidas de seguridad
“Desde que recibimos este reconocimiento hemos vivido semanas muy especiales en las que nuestros habituales han compartido su ilusión y entusiasmo por el éxito de Saddle con todo el equipo. Por eso, ahora somos nosotros quienes queremos recompensar su cariño y fidelidad haciendo lo que mejor sabemos hacer y ofreciéndoles una experiencia inolvidable en nuestra casa, que también es la suya», señala Carlos García Mayoralas, director general de Saddle.
En esta experiencia global, los diferentes espacios del restaurante también son un eje fundamental para vivir una experiencia distinta en un entorno privado, personalizado y que cuenta con las mayores garantías de seguridad. Así, Saddle es el único restaurante de Madrid que cuenta con un sistema de climatización por Geotermia, lo que permite, entre otras cosas, la renovación total del aire de forma constante y segura a través de un sistema de doble flujo que expulsa el aire interior viciado e introduce aire limpio. Además, cuenta con el prestigioso certificado de eficiencia energética y sostenibilidad LEED® Oro. De esta forma, tanto su sala como sus seis reservados se convierten en el escenario perfecto para disfrutar de una experiencia gastronómica de altura sin preocupaciones.
Con esta declaración de intenciones y más fulgurante que nunca, Saddle invita a cruzar el umbral de su puerta y a sumergirse en una experiencia única, pensada por y para el disfrute del comensal y en la que cada elemento está perfectamente preparado para funcionar como el engranaje de un reloj suizo.