El Abierto de Australia ya está en marcha y para Rafa Nadal, como para otros grandes tenistas, es la oportunidad de alcanzar la gloria en uno de los grandes torneos en el mundo del tenis. La calidad de hombres como Novak Djokovic, Dominic Thiem o Daniil Medvedev también se pondrá a prueba en este primer Grand Slam del año que estará marcado por las fuertes restricciones sanitarias del país oceánico debido a la pandemia. Las largas horas en el hotel, el tiempo sin poder practicar y los vídeos que llenaron de Internet de como los tenistas pasaban el rato encerrado quedarán para la historia; pero ahora están todos concentrados en busca de esa meta suprema que es alcanzar el título.
Obviamente todos miran a los más grandes y los colocan como favoritos para quedarse con el Grand Slam; pero en Australia también están presentes los sueños e ilusiones de esos novatos o tenistas que han tenido poca experiencia en los grandes, que esperan poder dar la campanada y convertirse en leyendas vivas. Cierto que las gestas épicas de los jóvenes o los novatos solían darse en otros tiempos, unos en los que el «Big 3» y esos que los persiguen de cerca no existían; no obstante, los anhelos de victoria están allí y varios quieren hacer historia. Muchos han sido los tenistas que han ganado uno de los cuatro grandes, pero solo unos cuantos los que han necesitado participar en menos de cinco torneos de este calibre para ganar uno. Claro que Rafa Nadal esta en ese selecto club, pero también otros grandes que han roto todos los paradigmas.
3Becker dejó su marca en Wimbledon
Otro de los que integra este club junto a Rafa Nadal y compañía es el gran Boris Becker, quien ocupa la cuarta posición; esto debido a que solo necesito participar en tres Grand Slams antes de quedarse con su primer triunfo en este tipo de torneos. El alemán solo había estado en Wimbledon 1984, el Abierto de Australia de 1984 y el Roland Garros de 1985 antes de meterse en los libros de historia; porque Becker no solo pudo ganar su primer grande con pocas participaciones, sino que lo hizo rompiendo el récord como el tenista más joven de la historia en ganar en Wimbledon y lo consiguió en 1985 con 17 años y siete meses. Toda una leyenda de la raqueta.