La terapia ocupacional se encarga de ayudar a aquellas personas que tienen dificultades en cumplir algunas actividades diarias. Muchas veces a causa de alguna limitación en sus habilidades motoras, cognitivas, sensoriales, físicas, además del autoestima y su satisfacción.
En el caso de los niños este tipo de terapia incluye la realización de actividades, de esta forma podrán aprender y así tener un mejor rendimiento en la escuela. Aunque este tipo de terapia también se aplica a adultos.
Esta terapia se encarga de trabajar en el desarrollo de las destrezas de los niños, de esta forma podrán hacer desde las cosas más sencillas como abotonarse la camisa, hasta escribir y aprender a usar un ordenador.
Funcionamiento de la terapia ocupacional
Los tratamientos empleados dentro de la terapia ocupacional buscan mejorar el desarrollo de las habilidades motoras:
- Finas
- Gruesas.
- Planificación motora.
De esta forma se podrán tratar los problemas de autorregulación del niño, así como su procesamiento sensorial. La terapia de ocupacional busca adaptarse a las necesidades particulares de la persona. Es por ello que antes de comenzar, el terapeuta ocupacional deberá analizar cada uno de los desafíos y las destrezas en cuestión, así como aquellas tareas en los que presenta dificultad de realizar.
Basándose en sus resultados, podrá comenzar a crear un programa de actividades, de esta forma se podrá comenzar a trabajar en ellas. Estos son ejemplos de algunas habilidades y actividades en las cuales el terapeuta ocupacional se podría enfocar:
- Organizar los útiles dentro de la mochila.
- Sostener y manipular un lápiz o tijeras.
- Escribir y hacer anotaciones cortas.
- Arrojar y atrapar una pelota.
- Reaccionar ate la información del entorno.
- Seguir rutinas de higiene y cuidado personal, como hacer la cama o vestirse.
El objetivo de la terapia ocupacional es que, mediante actividades y ejercicios, el niño consiga desarrollar o mejorar algunas habilidades y destrezas particulares, las cuales en su caso no están desarrolladas. Un ejemplo de ello puede ser el siguiente:
En caso de un niño no sepa o pueda manipular una tijera de manera adecuada, el terapeuta ocupacional podrá emplear algunas actividades o ejercicios, de esta forma podrá ayudarlo a mejorar con el recorte. O en caso de que el niño tenga complicaciones en concentrarse, ordenar o cumplir con cualquier actividad parecida, la terapia ocupacional se encargará de ayudarle a cumplir con esa tarea.
Beneficios de la terapia ocupacional
Entre más pronto inicie un niño la terapia ocupacional, más efectivos serán los resultados de esta. La terapia ocupacional no solo se encarga de mejorar estas dificultades motrices, también busca elevar la autoestima y la confianza de los niños en sí mismos, ya que emocionalmente podrían verse afectados por el hecho de no poder cumplir con algunas actividades, en particular si están frente a sus amigos o compañeros de clases.
Muchas veces suelen ver como “torpes” o diferentes a aquellos niños que no cuenta con coordinación. Como resultado de estos pueden ser acosados y hacerlos sentir como víctimas por algo no es su culpa.
En estos casos los padres cumplen un rol importante, puede hablar con su hijo sobre cómo mejorar al superar los desafíos. Por otro lado, también podrá ayudar en casa, con un seguimiento y la realización de actividades, no solo podrá ayudar con la terapia ocupacional, sino que además podrá ayudarle con su autoestima al formar parte de sus progresos.
Casos en los que el niño posiblemente necesite de atención ocupacional
Es posible que los niños que padezcan algunas afecciones médicas puedan necesitar terapia ocupacional:
- Trastorno en el procesamiento sensorial.
- Lesiones de nacimiento o malformaciones hereditarias.
- Autismo.
- Dislexia.
- Artritis reumatoide juvenil.
- Lesiones traumáticas en la médula espinal o el cerebro.
- Dificultades para el aprendizaje.
- Retrasos del desarrollo.
- Problemas de salud mental o de conducta.
- Lesiones ortopédicas o fracturas óseas.
- Quemaduras.
- Afecciones postquirúrgicas.
- Cáncer.
- Amputaciones traumáticas
- Espina bífida.
- Parálisis cerebral.
En caso de que el niño posea alguna de estas afecciones, es muy probable que necesite ser atendido por un terapeuta ocupacional para conseguir una solución.
Diferencias entre terapia ocupacional y terapia física
Ambas terapias se encargan de mejorar la calidad de vida de los niños, aunque existen una serie de diferencias entre ambas:
- Si bien la terapia física se encarga de trabajar la fuerza, el dolor, la resistencia. Así como la amplitud de movimiento en las articulaciones y las funciones motrices gruesas.
- Por su parte, la terapia ocupacional está centrada en mejorar las habilidades motoras finas. Además las habilidades de percepción sensorial y cognitivas, la visión o los problemas de procesamiento sensorial.
Las dos pueden ser muy parecidas, pero como pueden ver tienen objetivos diferentes.
Conseguir atención ocupacional
En caso de que considere que su hijo pueda llegar a necesitar con terapia ocupacional, puede pedirle a su médico de cabecera que le recomiende a un especialista. También podrá buscar ayuda al recurrir con algún consejero escolar para mejorar el desempeño social y académico del niño.
Otra opción es recurrir al internet, de esta forma podrá comunicarse con alguna asociación de terapia ocupacional de su ciudad. Los centros de rehabilitación también podrás recomendarle a un profesional. Generalmente podrá conseguir a un terapeuta ocupacional en los siguientes lugares:
- Escuelas.
- Centros de rehabilitación.
- Hospitales.
- Instalaciones de salud mental.
- Clínicas infantiles.
- Consultorios privados.
Pero durante su búsqueda de atención ocupacional, lo más recomendable es que se asegure que su seguro de salud también cubra este tipo de atenciones.