Las mujeres representan sólo el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% de los licenciados en informática y computación, según el próximo Informe de la UNESCO sobre la Ciencia, cuyo capítulo sobre el género en la ciencia, titulado ‘Para ser inteligente, la revolución digital tendrá que ser inclusiva’, se publica este jueves 11 de febrero con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
«Todavía hoy, en el siglo XXI, las mujeres y las niñas son marginadas en la esfera científica debido a su sexo», afirma la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, que advierte de que «las mujeres deben saber que tienen un lugar en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y que tienen derecho a participar en el progreso científico».
La proporción de mujeres entre los licenciados en ingeniería es inferior a la media mundial en muchos países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Es el caso, por ejemplo, de Australia (23,2%), Canadá (19,7%), Chile (17,7%), Estados Unidos (20,4%), Francia (26,1%), Japón (14,0%), la República de Corea (20,1%) o Suiza (16,1%).
Además, no existe un patrón regional definido. Algunas de las proporciones más elevadas de mujeres graduadas en ingeniería se encuentran en los Estados árabes, por ejemplo en Argelia (48,5%), Marruecos (42,2%), Omán (43,2%), Siria (43,9%) y Túnez (44,2%), así como en América Latina, donde las mujeres representan el 41,7% de los graduados en ingeniería en Cuba, el 47,5% en Perú y el 45,9% en Uruguay. Según el estudio, también se observan grandes disparidades entre los países de una misma región.
El capítulo también destaca el hecho de que las mujeres no se benefician plenamente de las oportunidades de empleo abiertas a los expertos altamente formados y cualificados en campos de vanguardia como la Inteligencia Artificial, donde solo uno de cada cinco profesionales (22%) es una mujer, según un estudio de 2018 del Foro Económico Mundial sobre la Brecha Global de Género.
Asimismo, las mujeres fundadoras de start-ups siguen teniendo dificultades para acceder a financiación y, en las grandes empresas tecnológicas, siguen estando infrarrepresentadas tanto en los puestos de dirección como en los técnicos. También son más propensas que los hombres a abandonar el campo de la tecnología, y a menudo citan las malas perspectivas de carrera como motivo clave para su decisión.
Sin embargo, la UNESCO indica que la actitud de las empresas hacia las mujeres está evolucionando, ya que los estudios relacionan la confianza de los inversores y los mayores márgenes de beneficio con la existencia de una plantilla diversa.
Por todo ello, considera que «las mujeres deben formar parte de la economía digital para evitar que la Industria 4.0 perpetúe los prejuicios tradicionales de género. «A medida que aumenta el impacto de la Inteligencia Artificial en las prioridades de la sociedad, la escasa representación de la contribución de las mujeres a la investigación y el desarrollo supone que probablemente se pasen por alto sus necesidades y perspectivas en el diseño de productos que repercuten en nuestra vida cotidiana, como las aplicaciones para teléfonos inteligentes», explica la organización.
‘TECHO DE CRISTAL’: MENOS PARIDAD CUANTA MÁS RESPONSABILIDAD
Por otro lado, el ‘techo de cristal’ también sigue siendo un obstáculo para las carreras de las mujeres en el mundo académico, a pesar de algunos avances. Así, a nivel mundial, las mujeres han alcanzado la paridad numérica (45-55%) en los niveles de estudio de grado y máster y están en puertas de conseguirla en los niveles de doctorado (44%), según el Instituto de Estadística de la UNESCO.
No obstante, la brecha de género se amplía a medida que las mujeres avanzan en su carrera académica, con una menor participación en cada peldaño sucesivo del escalafón, desde la estudiante de doctorado hasta la profesora asistente, pasando por la directora de investigación o la profesora titular.
«En general, las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor pagadas. Su trabajo está poco representado en las revistas de alto nivel y a menudo no se las tiene en cuenta para los ascensos. Las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres», describe la UNESCO.
Igualmente, el sesgo de género también se constata en los procesos de revisión por pares y en los congresos científicos, en los que se invita a hombres a hablar en paneles científicos dos veces más que a mujeres.
Para la organización, esta «persistente desigualdad» es contraria al artículo 24 de la Recomendación de la UNESCO sobre la Ciencia y los Investigadores Científicos (2017), que afirma que los Estados deben velar por que los investigadores científicos disfruten de condiciones equitativas de trabajo, contratación y promoción, evaluación, formación y remuneración sin discriminación.
El informe completo de la UNESCO sobre la ciencia, denominado ‘La carrera contra el tiempo para un desarrollo más inteligente’, se publicará en abril de este año. Cada cinco años, el informe hace un seguimiento de las tendencias y la evolución de la gobernanza de la ciencia en todo el mundo. La próxima edición se centrará en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030 y en la Cuarta Revolución Industrial.