Cerca de 500 jóvenes españoles y belgas se han reunido este martes en un evento online para debatir sobre cómo acabar con las diferentes formas de acoso callejero que, diariamente, sufren en los espacios públicos de sus ciudades, según ha informado Plan Internacional.
Como resultado del encuentro, los jóvenes han elaborado una lista de cinco recomendaciones para abordar esta forma de violencia en las políticas públicas de sus ciudades, y garantizar su derecho a moverse libremente y a participar en su ciudad.
Plan International ha organizado este evento en el marco del proyecto europeo ‘Safer Cities for Girls’, que cuenta con el apoyo de la Comisión Europea, y busca crear ciudades más seguras e inclusivas, a partir de la participación de adolescentes y jóvenes, para garantizar su derecho a disfrutar del espacio público en igualdad de condiciones.
El objetivo final de esta iniciativa es crear un manual práctico de recomendaciones que la organización compartirá con los ayuntamientos de las ciudades españolas y belgas involucradas y con la Comisión Europea.
Según una investigación de Plan International, un 84% de las niñas y jóvenes en Madrid afirman haber sido acosadas sexualmente en la calle, mientras que, en el caso de las chicas de Bélgica, la cifra asciende a un 91%. Las jóvenes entrevistadas por la ONG afirman que la mayoría de las veces son acosadas en calles vacías, bares, conciertos y estaciones de metro. Las formas de acoso pueden incluir silbidos, miradas indeseadas, comentarios e, incluso, tocamientos no deseados.
En este contexto, la directora general de la ONG, Concha López, ha advertido de que, independientemente del país en el que vivan, las niñas y adolescentes «no se sienten seguras en las calles de sus ciudades y temen ser objeto de distintas formas de violencia y acoso».
«Este tipo de iniciativas nos permiten visibilizar el acoso y recoger las opiniones de las chicas para promover soluciones a este problema un problema tan cotidiano como invisibilizado», ha señalado.
Por su parte, Ana, de 23 años, una de las participantes de Sevilla, ha destacado que está «muy ilusionada» y que espera llegar a «un punto en común para acabar con el acoso callejero». «En el momento en el que ponemos encima de la mesa que es una problemática social, y nos reunimos para intentar cambiarlo, yo creo que ya se está haciendo algo», ha dicho.
A través de la web del proyecto, activa desde enero de 2020, la organización ha recopilado un total de 4.000 experiencias sobre acoso callejero, aunque la participación seguirá abierta hasta septiembre de 2021 para recoger más datos.
Aunque en algunas ciudades españolas y belgas la movilidad está restringida, hay límites horarios y se han cancelado los eventos públicos, la ONG alerta de que el acoso callejero «no parece haber desaparecido durante la pandemia, y la sensación de miedo de las chicas muchas veces puede ser mayor, debido a la menor afluencia de gente en la calle, el cierre de establecimientos y la sensación de mayor impunidad de los agresores.
Durante el evento, los jóvenes han debatido en grupos y han propuesto soluciones para abordar el acoso callejero en cinco grandes ámbitos: educación, sensibilización, participación juvenil, espacio urbano y transporte público.
Entre sus principales recomendaciones está la de crear una asignatura sobre igualdad de género que se incluya en el currículo escolar a todos los niveles para hablar sobre discriminación, privilegios, sexualidad y violencias como el acoso.
«Pienso que la única forma de erradicar el acoso callejero es a través de la educación; una educación que se dé a los a los niños y niñas desde muy pequeños ya que en ellos reside toda la clave del proceso de transformación de la sociedad actual», ha señalado Sara, una joven madrileña de 18 años participante en el evento.
El representante del Ayuntamiento de Madrid Pepe Aniorte ha subrayado que en España, en términos generales, hay «ciudades seguras». «Pero tenemos mucho que avanzar. Conseguir ciudades seguras es cuestión de todos», ha matizado.
Además, Alicia Ramos, del Ayuntamiento de Barcelona, ha señalado que «el tema de la violencia, el acoso y la seguridad no es cuestión exclusiva de las mujeres y de las instituciones públicas, que tienen que intervenir, sino todo el mundo». «Las violencias son corresponsabilidad de la ciudadanía», ha sentenciado.