El conflicto que envuelve a Isabel Pantoja y su hijo, Kiko Rivera, es vox populi. La tonadillera ha ocultado a su hijo durante muchos años la forma en la que estaba gestionando la herencia de Paquirri. La gota que colmó el vaso fue que Kiko Rivera descubriera que su madre guardaba todos los trajes de torear de Paquirri, que ella había asegurado que se los habían robado después de que un juez la obligara a entregárselos a los hijos de Carmina Ordónez, Fran y Cayetano.
Kiko Rivera ha desvelado todos los entresijos del conflicto en los platós de televisión y en entrevistas a revistas mientras que Isabel Pantoja se ha movido mediante abogados para defenderse de las acusaciones de su hijo. A continuación, te contamos cómo Isabel Pantoja ha asestado a su hijo, Kiko Rivera, el palo más duro.
4ISABEL PANTOJA COMENZÓ A MOVER A SUS ABOGADOS
Isabel Pantoja no se quedó callada ante las acusaciones tan graves de su hijo. La tonadillera mandó un comunicado a su revista de cabecera en el que negaba todos los hechos. Así mismo, ese comunicado dejaba patente el mal estado de salud de la cantante: «Isabel Pantoja no duerme… porque vive en una pesadilla. Se pregunta como ha podido llegar a esto, sin encontrar respuesta alguna.
Aún así, la tonadillera no se quedó quieta y mediante un requerimiento notarial le exigió a su hijo que le devolviera un coche que estaba a su nombre. Kiko Rivera puso el vehículo a nombre de una de las empresas de su madre para evitar que se lo embargara Hacienda. El DJ pagó la entrada del coche, pero Isabel Pantoja se ofreció en su momento para hacerse cargo de las mensualidades. Incluso, la cantante mandó a dos de sus fans para recoger el coche en el domicilio de Kiko Rivera e Irene Rosales.