Si hay un plato del que todo el que se considere español es fan, ese son las croquetas. Para hacer estas rica receta hace falta tener tacto y echar las cantidades exactas. Hay croquetas de todo tipo y de muchos sabores. Incluso las hay bien hechas y mal hechas. Todos hemos pedido una ración pensando que estarían buenas y su masa estaba seca y dura. Y A veces nos hemos pasado con la bechamel y nos han salido líquidas. Pero todo el que las hace lucha contra un elemento que puede ocurrir siempre.
Ese elemento es el de evitar que se abran. Ya sean de jamón, de bacalao, de pollo o de cualquier otra cosa que quieras ponerles, hay que intentar que, en la freidora, no se abran y se echen a perder. Deben estar enteras y crujientes. Por eso mismo, os vamos a dar unos trucos para que las croquetas te queden bien cerraditas para que a la hora de freírlas no se rompan. Así que coge lápiz y papel y apunta tanto cómo freírlas, cómo rebozarlas y qué pequeños trucos hacer para que te queden perfectas, como si de un restaurante se tratara.
6La forma y la masa influyen en la croqueta
Los más expertos en croquetas advierten de que la forma y la masa influyen a la hora de que estas se abran o permanezcan en su forma. Si hacemos croquetas cuadradas, es más probable que se queden perfectas y lleguen correctamente al plato.
También, si son caseras, deberás intentar hacerlas todas iguales. Es complicado hacerlo esto con las manos, así que si quieres, puedes utilizar una manga pastelera para ayudarte a medir las cantidades.
En cuanto a la masa, es imprescindible que quede en su punto de espesor ideal. Para ello, hay un truco, que es el de echar la misma cantidad de mantequilla que de harina a la bechamel.